¿Cómo llegaste al surf rock?
De adolescente andaba en skate, me gustaba mucho y me sigue gustando toda esa cultura. En aquella época escuchaba JFA y Agent Tonas, bandas que hacían clásicos del surf instrumental.
Fui rebobinando hasta llegar a las raíces el género. Siempre tuve mis bandas y cada vez que podía hacíamos un tema instrumental en vivo, mezclados entre temas punks. Por un tiempo dejé la música, hasta que finalmente casi a los 30 redescubrí todo esto cansado de lidiar con otros estilos y cantantes. En épocas de Internet pude acceder a más información y ver bandas de surf tocar en vivo. Así fui llegando hasta The Ventures y The Astronauts quienes sentaron las bases de lo que posteriormente sería el punk melódico. De hecho estas bandas fueron los “conejillos de india” de Leo Fender en aquella época, ya que el sonido del surf siempre fue, tanto en las guitarras como en los equipos, el sonido de Fender.
Gran parte del sonido del estilo está dado por el equipamiento ¿Usas productos nacionales e importados?
Hay equipos e instrumentos que son propios del estilo y sí se vuelve necesario contar con ellos, pero por otro lado soy de armar mis propias guitarras y buscar una personalidad en mi equipamiento. Siempre se habla de los productos de afuera y realmente si te ponés a probar no terminas de encontrar más entre tantas posibilidades que hay. Marcas como Victoria fabrican equipos de boutique, que significa que reproducen por ejemplo, un equipo Bassman 4D10, tal cual los hacía Leo Fender en aquella época. Pero acá también se encuentran buenos luthiers y productos de calidad en micrófonos o pedales.
¿Cómo es la escena nacional para el surf?
En el año 2002, cuando resurgió un poco lo retro, empezaron a surgir otras bandas del estilo como The Tormentos, bandas de garage-rock o bandas rockabilly como Los Peyotes, y comenzó a darse una continuidad de conciertos y de movimiento. Hoy ya hay una escena surf en Argentina, no solamente bandas que tocan
surf sino, bandas a las que nos une un sonido más antiguo o análogo.
En su último disco (Otro reverberante encuentro con Los Kaunas, 2007) cuentan con la participación de Sr. Flavio y Chizzo Nápoli de La Renga. ¿Cómo se dieron esos encuentros?
Con Chizzo hay un vínculo más “familiar” si se quiere, por medio de Alexis B., nuestro baterista, pero tanto Chizzo como Flavio se vieron interesados en el estilo que hacemos y en el sonido de la banda, al punto que hemos tocado una vez junto a La Renga en 2005 en Vélez y a veces sube como nuestro invitado. A Gustavo (Chizzo) le gustan los sonidos retros, los equipos valvulares de guitarra.
¿Cómo se da la composición al tratarse de un repertorio instrumental?
En muchos aspectos la composición nace como si fuera una canción que tiene una melodía que se puede cantar. Son como canciones, en un formato “pop”, en el sentido de verso, estribillo, puente, estribillo y final. Muchas podrían tener una letra si se quiere. Se busca que las melodías sean melodiosas, valga la redundancia, que sean hasta cantables o bailables, contagiosas.
A veces se relaciona la música instrumental con músicos súper virtuosos, haciendo solos intrincados que sólo pueden disfrutar otros músicos, pero en este caso responde a otras necesidades, propias del estilo, que son las de acompañar, poder bailar.
No olvidemos que esto nació a principios de los ‘60 cuando productores reunían a un grupo de chicos que no llegaban a los 20 años a tocar esta música instrumental en salones de fiestas por todo Estados Unidos, como hacían las grandes orquestas antiguamente donde no existía la figura propia del cantante al frente de una banda.
¿Cómo fue tu formación?
Muy básica: al principio fui, durante un año y medio, a estudiar con un guitarrista de jazz que me enseñó muchas cosas, de las cuales aprendí algunas y otras no. Después estudié con otro profesor que me decía que no servía para tocar, así que colgué la viola por un tiempo hasta que unos amigos me invitaron a armar una banda de punk, y ahí retomé con el instrumento pero más por mi cuenta. Actualmente me guío más por la oreja que por lo académico, pero si tengo alguna duda recurro a algún libro. Creo que una buena manera de aprender, es ver a otros músicos no importa el género que toquen, pero que lo toquen bien, eso te da la posibilidad de incorporar cosas de otros lados. Más allá de tocar un género es muy importante escuchar todo tipo de música, es información que suma, aporta. Se puede aprender de todo el mundo, desde Sonic Youth hasta Paco de Lucía.
¿Cómo está dado ese sonido característico de la música surf?
El género, como todo género, tiene su “librito”, por llamarlo de alguna manera, y en el caso del surf, esta dado por el sonido de la guitarra. En California estaba la fábrica de Fender, entonces tanto las guitarras como los amplificadores Fender fueron un poco los que definieron el sonido del género. La trilogía de guitarras más usadas eran las Jazz Master, la Jaguar y la Stratocaster, también hubo otras marcas como las Danelectro o las Mosrite. Para los amplificadores clásicos eran los Fender Band Master, Showman o el Twin Reverb, pero la verdadera clave del sonido tradicional del surf californiano, de la costa sur de California, de donde surgieron The Ventures, Dick Dale, The Surfaris, The Beach Boys entre otros, es la reverb del 6G15.
¿Qué pedales utilizás?
Siempre análogos. Igualmente sólo uso un fuzz, porque el trémolo que utilizo ya lo tiene el equipo y aparte uso el sonido puro del Fender Reverb 6G15.
¿Además del equipamiento y los instrumentos, en el estudio, hay algún tratamiento para seguir manteniendo la pureza del sonido del surf?
El ideal sería poder reproducir las condiciones de 1964, hoy es casi imposible. Lo que nosotros hicimos en el último disco, fue grabar todos juntos, como se hacía en esa época, en el mismo cuarto, lo grabamos en Pro-Tools e hicimos un mastering análogo, que estuvo a cargo de Claudio Romandini en los estudios Del Abasto.
En aquel momento fue la música de moda tocada por chicos jovencitos, a quienes les ofrecieron la posibilidad de tocar con lo que había para tocar. Ese estilo luego se transformó en un género de culto y fue recuperado por músicos más grandes con otras condiciones de tecnología y equipamientos.
