Tu nuevo disco se aproxima bastante a lo que es una performance tuya en vivo, como está grabada la voz, por ejemplo. Hace más justicia con tu rendimiento en el escenario, me parece. En realidad yo soy una música de vivo. Y empiezo a darme cuenta de que uno debe parecerse más a eso. Si bien me encanta el estudio, grabar voces, siempre me sentí rara. Lo que más disfruto es el momento de la grabación, después por ejemplo, la mezcla y todo eso se me hace tedioso, incómodo. Entonces de alguna manera en este disco estoy dejando ‘imperfecciones’, en las letras, como en “Maldigo del alto cielo”, que también se va moviendo de la tonalidad. O sea me permití la libertad que hay en el escenario. Yo no tenía esa posibilidad y gracias a Gafas [Ricardo Maril, técnico de grabación] y a Circo Beat, pude ir grabando como lo sentía. A veces descartábamos tomas, pero otras valían la pena dejarlas. Con el tiempo voy logrando esa libertad. De más joven uno piensa que debe hacer las cosas perfectamente, ahora yo creo en la imperfección de la música.
¿Cuál es el concepto, el espíritu, de El ángel? Es raro, porque como yo voy grabando a lo largo de mucho tiempo, me van pasando cosas, muchas han tenido que ver con la muerte y con las pérdidas de gente querida. Yo soy una persona muy visceral. El disco pasó por dos etapas. El concepto se fue formando, no fue algo preconcebido. Con más o menos felicidad, más o menos dolor, habla de lo mismo. Cuenta las mismas historias de distintas maneras. Lo bueno es que pude ir grabando las canciones en el momento en que sentía eso. Por ejemplo cuando grabé “Tesoros”, de Antonio Vega, para mí es uno de los mejores compositores españoles de pop. Gustavo Donés grabó en ese tema y en otros dos más y él es uno de los ángeles a los que se dedica el disco [Nota: el bajista Gustavo Dones murió en diciembre de 2007]. Muchos otros músicos maravillosos también han participado: Jota Morelli, Daniel Colombres, Facundo López Burgos, Mariana Baraj, Almbre González, Rano Sarbach, Ricardo Maril, Dardo Ruiz Díaz (Pilo), Oscar Kamienomosky, Nano Speciale, Sebastián Holzmeister, etc.
En el disco hay baladas que remiten al espíritu del clásico rock argentino, como “El beso del adiós”, “Adonde ir” o “Pedro y yo”. “Adonde ir” está hecha con banda en una onda Tom Petty. “Pedro y yo” se la hice a mi amigo Pedro Savastaky, otro de los ángeles que ya no están acá. “Salvaje corazón” lo hicimos en Capilla del Monte con Gafín. “Una ilusión” la hice en el metro de Madrid, cuando vivía allí a fines de los ’80... alguna vez toqué en el subte. Hay tres temas grabados con una banda que yo tenía anteriormente con Nano Speciale, Sebastián Holzmeister y Oscar Kamienomosky, con ellos grabamos “Una ilusión”, “Adonde está la libertad” de Pappo, que fue la primera canción que yo escuché del Carpo en un club de Ramos Mejía llamado Estudiantil Porteño. En los carnavales tocaban bandas: un día Pappo’s Blues y La Pesada, otro día Aquelarre y Pescado Rabioso. Yo tenía doce años e iba con mi hermana, que es cuatro años mayor que yo. En ese contexto escuché este tema de Pappo y me voló la cabeza. Es mi humilde homenaje a otro de los ángeles. También grabé un tema de Dylan, “Make you feel my love”, la letra no está entera. Bob es uno de mis artistas predilectos, de mis músicos más queridos, es un orgullo poder cantar un tema suyo. Lenine es un músico maravilloso de Brasil, no muy difundido. De él hice “A medida na paixao”. Hay otro tema de Lenine que se llama “Paciencia” y espero hacerlo en algún momento.
Una página que se merece destacar es “Maldigo del alto cielo”, de Violeta Parra. La versión tiene una intensidad muy grande. Es rara igual, no sabía si dejarla. Me dio miedo. La letra es muy fuerte. Pensaba que Violeta Parra era “Volver a los 17” y “Gracias a la vida”. Cuando empecé a anotar la letra no lo podía creer. Yo no maldigo nada de todo eso porque habla del amor.
Tal vez ella tampoco, es un grito: “cuánto será mi dolor”. Lo que pude hacer es transmitir eso. Usé un cajón peruano para acompañarme. Le pegué con un caño, yo no sé tocar cajón, nunca lo había hecho. A Fito Paéz le gustó mucho.
¿En los comienzos de tu carrera, con el grupo Ana Gris, no había sólo rock sino también una onda latinoamericana? Sí, una época en que nadie conocía a Silvio Rodríguez y acá había una dictadura militar, yo cantaba sus temas con Claudio Tripputi y Aníbal Forcada. En sus comienzos Ana Gris fue un dúo, con Aníbal, luego fueron pasando un montón de personas: Tripputi, Pablo Rodríguez, Guille Arrom, Daniel Colombres, hasta Marcelo Torres tocó. Con Forcada hacíamos “Dulce 3 nocturno” de Pescado Rabioso y canciones propias, como el “Blues de los plomos” que popularizó Gieco y es de Aníbal.
Hablame de la versión de “Come together / Génesis” en la que unís a los Beatles con Vox Dei. Esa fue una improvisación que hice y al tiempo decidí grabarla. Las dos canciones están en la memoria biológica de todos nosotros. Cuando canto me aparecen un montón de canciones, tengo muchísima memoria para los temas y las letras. Alguien dijo una vez, creo que fue Miles Davis, que los discos no se terminaban sino que se abandonaban. Al cerrar este ciclo puedo pensar en otras cosas nuevas.
Tu carrera es muy extensa en cuanto a colaboraciones con otros artistas. Me gustaría que hablaras sobre los momentos que considerás más significativos. Mi trabajo más conocido es con Fito Páez. Grabé en El amor después del amor, Circo beat, entre otros, y participé de shows y giras como “La rueda mágica tour”. Yo cantaba con los Redondos al principio, antes de Gulp. Subía a los escenarios y cantaba “Nene, nena” (en un popurrí que hacíamos con el Indio), “Ñam fri fru fri”, y otros. Eramos un montón en esa época, no era tan formal. Luego grabé los coros de Gulp con Laura Hatton y María Lernoud. El disco lo presentamos en Cemento y esa noche Alfredo Rosso se vistió de oso, yo tenía un vestido de mi abuela, Krisha Bodgan se colgaba y volaba, una cosa rarísima. Grabé también en un CD de Mercedes Sosa producido por Fito, un tema de Djavan llamado “Sino”. Pero no tuve contacto personal con ella. También con Suéter, David Lebón, con Fabi Cantilo a quien quiero mucho, con Gabis, Los Tpitos, con Medina, en fin, con mucha gente. Me llama gente que me gusta lo que hace, si tienen buena onda, voy y canto, me encanta cantar. No grabaría con gente que no me parece interesante aunque me guste su música.
El ángel será presentado el sábado 29 de noviembre a las 21 horas en el Teatro El Victorial, Piedras 722.
