A tres años del lanzamiento de Espejismos, El Otro Yo volvió al estudio de grabación y registró Fuera del tiempo, un álbum de diecinueve temas que mantienen la esencia, energía, alegría y el espíritu de lucha que caracteriza al grupo desde hace casi veinte años. Luego de la partida del guitarrista y tecladista Ezequiel Araujo, la banda que conforman Cristian Aldana (voz y guitarra), María Fernanda Aldana (bajo y voz) y Ray Fajardo (batería) reclutó al guitarrista Gabriel Guerrisi (ex Los Brujos, Juana La Loca y Daniel Melero) y juntos fueron dándole forma definitiva al nuevo material. Grabado en los estudios Panda, el disco contó con la producción artística de Billy Anderson, un prestigioso profesional del sonido, que suele trabajar con artistas provenientes del circuito alternativo de Estados Unidos y que recientemente produjo el último álbum de los locales Los Natas.
¿Cómo resultó volver al estudio de grabación a tres años del lanzamiento de Espejismos? Cristian Aldana: Estuvo bueno porque tuvimos tres años para poder desarrollar una idea nueva. En ese proceso estuvimos girando por todo el país, México y el resto de Latinoamérica, y se sumó Gabriel Guerrisi como nuevo guitarrista. Una vez que ya teníamos listas todas las canciones nuevas nos metimos en Panda y grabamos Fuera del tiempo.
En este disco hay melodías que se acercan más al pop aunque no dejan de lado su costado hardcore. ¿De dónde surge? C.A.: Del juego en la sala de ensayo. Cuando agarramos un tema mío o de María Fernanda, lo empezamos a pasar y cada uno desde su instrumento, lo empieza a desarrollar. Después, cada tema va tomando su forma y se dispara para uno u otro lado. Todo va fluyendo y le damos el estilo que más pega para la canción. Que este disco tenga cosas pop tiene que ver con que, a esta altura, todos escuchamos mucha música y muy diferente. Y todo eso es lógico que aparezca en el disco.
¿Qué elementos nuevos sumó al grupo el ingreso de Gabriel Guerrisi como segundo guitarrista? C.A.: Gabriel es un guitarrista que al grupo aportó ideas nuevas y, de alguna manera, lo bueno que nos pasa, es que no hay discusiones con respecto a eso sino elecciones. De toda una gama de arreglos que él puede traer para una canción, como nos gustan todos, sólo tenemos que elegir pero los que quedan afuera están buenísimos y pueden utilizarse para otro tema. Más allá de eso, él siempre tiene la última palabra sobre lo que más le agrada tocar. Creo que rápidamente encajó como una pieza más del grupo.
¿Cómo se contactaron con el productor Billy Anderson y cómo resultó trabajar con él? C. A.: Tuvimos un llamado de Sergio, del grupo Natas, que nos contó que Billy estaba terminando de mezclar el disco de ellos, que había escuchado Espejismos, nuestro álbum anterior, y que, como le había gustado, le gustaría trabajar con nosotros. Tuvimos una reunión para conocernos y le ofrecimos grabar un demo del álbum en nuestro estudio de Temperley. Se vino, grabamos, y como quedamos muy conformes con su trabajo, le propusimos ser el productor del disco. Gabriel Guerrisi: Anderson aportó toda su creatividad y su manejo del estudio y está bueno para uno poder relajarse y dedicarse sólo a tocar. De todos modos, el disco venía muy bien ensayado y no tuvimos que crear demasiado dentro del estudio. El planteo que hizo Billy fue el de no decorar mucho ni procesar demasiado los temas. Lo que se escucha en el disco es lo que nosotros tocamos. Respetó nuestro sonido.
¿Qué disco producido por Anderson tomaron como referencia a la hora de decidirse por él como productor? C.A.: En realidad, él produjo casi doscientos discos y, entre ellos, hay muchas cosas muy diferentes: Melvins, Mr. Bungle, Sick Of It All, House of Pain, todas bandas americanas de rock independientes. La producción del disco de Melvins, por ejemplo, la hizo conjuntamente con Kurt Cobain y tanto en ese como en otros trabajos siempre logró un audio de muy buena calidad. Por eso tomamos la decisión de grabar en Panda, en lugar de nuestro propio estudio, para que él se sintiera un poco más en su hábitat natural.
¿Qué tipo de sonido buscaron para este disco, porque suenan más prolijos y no tan rústicos como en trabajos anteriores? C.A.: En realidad, no pensamos tanto en cómo tenía que sonar el disco. Entramos a grabar y así quedó.
G.G.: Por ahí sí Billy tuvo que marcarse ciertos límites por los demos previos. Y con esa referencia habrá visto por qué lado tenía que ir la producción. Supongo que sabiendo que íbamos a grabar diecinueve temas, se dio cuenta que no nos tomaríamos seis meses para retocar todo el material. La cosa pasó por entrar al estudio, grabar e ir viendo en el camino qué cosas mejorar. Creo que cuando terminamos el disco fue una sorpresa para todos ver todo el trabajo hecho, que no fue sencillo, en tan poco tiempo. Yo pensé que iba a ser más simple pero la grabación tuvo como varias ramificaciones.
¿Qué equipamiento utilizaron durante la grabación? C.A.: Para todo el disco usé mi guitarra, que es una Gibson Les Paul Custom, pero sí trabajé con diferentes equipos: Marshall JCM 2000, Fender Bass y un Fender Twin. También utilicé una variedad importante de pedales de efecto: chorus, distintos tipos de distorsión y el fuzz, que nunca lo había utilizado, pero quedó bien para uno de los temas.
G.G.: Yo usé una Fender Telecaster De Luxe, que tiene algunos toques de Gibson, y que hace una muy buena pareja con la guitarra de Cristian. En cuanto a equipos usé un Mesa Boggie, Roland y no demasiada parafernalia. Ray utilizó una batería Ludwig Star Classic y una parte de una Yamaha mientras que María Fernanda usó un bajo Precision con un equipo Mesa Boggie 400 Plus, con doce válvulas.
¿Cómo hacen para mantenerse en pie durante tantos años desde la producción independiente? C.A.: Trabajando, disfrutando y sabiendo aprovechar la libertad artística que te da el poder autogestionar tu carrera. Por otro lado, hay que saber elegir bien qué pasos dar para desarrollarte y las cosas que vas necesitando a medida que va pasando el tiempo. Nosotros cuando empezamos no teníamos una distribución por todo el país. Empezamos distribuyendo los discos personalmente, disquería por disquería. Después nos contactamos con la gente adecuada para llegar a otros puntos de Argentina, logramos tener una mayor difusión y, hoy por hoy, podemos participar de grandes festivales. De alguna manera, llega un momento en que la autogestión te limita un poco y tenés que rodearte de gente con onda, que se encargue del trabajo que nosotros no sabemos, ni tenemos el tiempo de hacer, como la difusión, el contacto con los medios, etcétera. Creo que es un hecho inédito entre los grupos que se autogestionan pero me parece que no va a quedar acá, que otras bandas también van a poder desarrollar una carrera desde ese lugar. No es sencillo, pero para nosotros es un orgullo superar barreras y poder movernos con libertad.
¿Están conformes con el desarrollo de la carrera del grupo? C.A.:Sí, aunque no nos desesperamos por lo que viene. Justamente el disco se llama Fuera del tiempo porque, para mí, representa esa idea de que muchas veces, pensando en el pasado o en el futuro, uno no valora el presente. Realmente en este momento estamos disfrutando mucho lo que nos está pasando ahora y, con el disco editado, salir a tocar, que es lo que sabemos hacer.
G. G.: Queremos salir por el interior y ver qué le pasa a la gente con los temas nuevos. Estamos muy entusiasmados y conformes con el disco y esperemos que tenga una buena llegada a la gente. En agosto vamos a tocar en el Roxy Club, así que va a ser una buena oportunidad parar testear los temas en vivo.
