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Fernando Nalé: "Cerati tenía otra visión del hip hop que no era parecida a la de los IKV"

Fernando Nalé

Entrevista: Luis Mojoli
Foto portada: Matías Moyano

Fernando Nalé es un verdadero maestro de su instrumento. Su gran trayectoria y madurez como bajista lo confirman. Se inició con Illya Kuryaki cuando Dante estaba armando la banda para la presentación en vivo de Fabrico Cuero, su primer disco. A partir de ahí nunca más paró. Grabó Horno para calentar los mares (1993), Chaco (1995), Ninja mental (1996), MTV Unplugged (1996), Versus (1997) y Leche (1999). Durante ese año abandona la banda y se suma al debut solista de Gustavo Cerati. A partir de ahí graba Bocanada (1999), Siempre es Hoy (2002), Ahí Vamos (2006), Fuerza Natural (2009) y es parte de todas las formaciones solistas del ex Soda Stereo, hasta aquel fatídico ACV sufrido por Cerati tras un show en Venezuela.

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Cinco años después, Martín Carrizo, su compañero en la banda de Gustavo Cerati, lo llama y le presenta a Indio Solari para ser parte de Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado. En la audición grabaron los tres: "Lo primero fue El ruiseñor, el amor y la muerte. También grabé sobre otros demos, hasta que le terminó convenciendo lo que yo hacía. Meses después comenzamos a ensayar para los shows de Tandil y Olavarría”.

Como solista, Nalé tiene tres discos de estudio editados. En 2006 publica Forma, que incluye a varios de los artistas con quienes compartió escenario durante su carrera. Hora Mágica (2009) es su segundo trabajo donde participa Gustavo Cerati. Actualmente está por presentar El Conmutador, su tercer LP: "Tiene un par de momentos muy rockeros, me siento orgulloso de cómo está cantado, tocado y compuesto.”

Fernando Nalé conversó con REC Or Play sobre las composiciones de las canciones de IKV, Gustavo Cerati, del Indio Solari y los Fundamentalistas del Aire Acondicionado. De todos estos temas, y por supuesto de su flamante tercer álbum de estudio, El Conmutador.

Nalé 1

PH: Matías Moyano

El 7 y 8 de marzo de 2020, días antes de la pandemia, hicieron dos shows en el Estadio Malvinas Argentinas para recaudar fondos para el tratamiento de Martín Carrizo. ¿Cómo fue la decisión de tocar sin Indio?
Indio ya había hablado de no estar presente un poco antes del concierto a beneficio de Martín, pero nosotros no nos animábamos a arrancar. La situación de nuestro baterista nos impulsó a tocar nuevamente. A raíz de eso, Indio sugirió que toquemos sin él. La idea era interpretar temas con la voz grabada y su imagen en las pantallas del escenario, cerca del final. Fue consensuado entre Indio, Pablo Sbaraglia, Gaspar Benegas y Baltasar Comotto.

¿Te imaginabas que iban a continuar tocando sin el Indio y con dos shows en el estadio Único de La Plata, con entradas agotadas?
Así como Indio nos dio la idea de tocar solos, no fue tan fácil armar algo después del show que hicimos a beneficio de Martín. Todo quedó un poco más plasmado de alguna manera. El entusiasmo de Indio nos dio confianza, y ahí nos animamos más. Fue toda una apuesta hacer dos estadios de La Plata. Yo iba viviendo el día a día, pero no me imaginaba semejante crecimiento, crecimos un 500 por ciento. Fue alucinante.

¿Cómo funciona la banda en cuanto a su organización?

Todo lo manejan los Fundamentalistas del Aire Acondicionado. Por supuesto que no hacemos nada significativo sin consultarle a Indio. O sea, tiene la dirección artística y la supervisión, porque es su obra. Yo me siento de alguna manera como un embajador y creo que los demás músicos también. Los más antiguos del grupo, Baltasar Comotto, Gaspar Benegas y Pablo Sbaraglia, son como la cúpula de la banda. La dirección la tiene Gaspar, siempre se necesita alguien que lleve la batuta, pero todo es consultable.

¿Cómo fueron decidiendo quién iba a cantar las canciones? ¿Indio participaba de esas decisiones?
Todos somos cantantes en nuestros proyectos solistas o de otras bandas. Tal es el caso de Gaspar Benegas con su trío, del cual Ramiro Naguil es parte, Pablo Sbaraglia, Baltasar Comotto, Deborah Dixon como solista. Sergio Colombo en (Natty Combo), Miguel Tallarita (La Con Todo) y Luciana Palacios también canta en otros proyectos. Todo se fue conversando, por supuesto que le preguntábamos a Indio.

¿Hubo algún criterio en particular a tener en cuenta?
No hablábamos de un tema específico, o qué hacer en cada canción: en eso nos dejó libertad y salió muy bien. Indio hablaba de qué proponer como concepto. Hasta ahora no ha dicho nada, por lo que yo sé, está de acuerdo con los tracks que elegimos y con la escenografía que proponemos. La elección de los temas se dio en base a algunos que ya tocábamos en shows o usualmente en su casa. Por otro lado, en el caso de Oktubre (1986), yo fui siempre fan de ese disco y entonces me mandé con “Preso en mi ciudad” que no me hubiese animado a hacerlo, solo que un fan me lo pidió por Instagram. Un poco de amor francés” después lo terminé tocando en el show de Epecuén.

¿Cómo llegaste a tocar con Indio y Los Fundamentalistas?
Me convocó Martín Carrizo que fue mi compañero en la banda de Gustavo Cerati; hacía años que Martín tocaba con él. Un día me llamó y me dijo: “¿Querés tocar?” Le dije que obviamente sí y ahí me presentó a Indio. La prueba fue como una audición, muy informal y grabamos los tres. Lo primero que grabé fue “El ruiseñor, el amor y la muerte”. También grabé sobre algunos demos varios días, hasta que le terminó convenciendo lo que yo hacía. Meses después comenzamos a ensayar. Mis primeros shows fueron en Tandil y Olavarría.

Con Martín Carrizo

Con Martín Carrizo

Tocaste y grabaste con los Illya Kuryaki en la mayoría de sus discos y con Cerati en sus álbumes solistas. Con Indio fue una experiencia musical totalmente distinta. ¿Qué diferencias destacarías?
A ver, hay un lugar en el que todo me resulta muy familiar porque yo escuchaba de muy chico a Los Redondos, Soda Stereo, Sumo, Virus, Fricción, Los Encargados, Spinetta, Charly. También escuchaba a Duna, Don Cornelio, eso fue entre mis 10 y 15 años. Más allá de las diferencias musicales, que a través de los años se pueden haber acentuado. Tocar temas de todas estas bandas y solistas tiene que ver con mi génesis. Pero también en el caso de los Kuryaki y Cerati se fueron incorporando más músicos y terminaron siendo más numerosos en relación a cuando arrancamos. Fue una adaptación gradual. Cuando comencé a tocar con Indio y Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado me tuve que adaptar de entrada a un grupo más numeroso. Fue todo un desafío, porque por más que yo tenga ese ADN variopinto, me encontré con una agrupación ya formada y con músicos que no había tocado, excepto Déborah Dixon, que grabó Chaco y participó en la presentación en el teatro Maipo. Eso fue en 1995, y me la vengo a cruzar veinte años después, formando parte de mi misma banda.

¿La mirada musical de hip hop que tiene Dante era la misma que tenía Cerati? ¿Cuáles son sus diferencias en cuanto a la composición de sus canciones?
Yo con Gustavo tenía otra visión del hip hop, que no era parecida a la de los IKV. También incluía elementos del género, pero él siempre los ponía como "momentos rítmicos", exóticos, o de color, un elemento más.  La mirada que tiene Dante del hip hop es más como la columna vertebral. Gustavo lo descolocaba un poco; lo llevaba y lo traía, lo ponía como una variante. Como el folclore, es un color. Su columna vertebral tenía que ver con el pop y la canción y esos eran como volantazos; le daba swing a la canción, como cierto oleaje más hacia la electrónica. Era un gran pintor respecto al swing y al transcurrir de los temas. En los Kuryaki está la canción, pero va más juntita, es parte de la misma composición. Cerati, en cambio, tenía el tema y de momento se iba al hip hop, al folclore. Iba y volvía.

Indio también tiene hip hop en el álbum Momo Sampler de Los Redondos. Allí hay samplers, grooves y otras cosas que no tienen que ver con el rocanrol clásico del grupo.
Indio tiene un sentido melódico único, algo de los compositores soviéticos y algo de la escala napolitana. Hay muchas de esas dos cosas y esos elementos son para mí su sentido melódico. Me parece súper atractivo. Como me pasa con otros compositores, me atrae hacia donde llevan sus melodías cómo resuelven y el papel que juegan las armonías.

¿Tocás solo el bajo o algún otro instrumento?
También toco guitarra y hace varios años que vengo cantando. Empecé a cantar en 2000 cuando grabé los primeros demos de lo que sería mi primer disco solista.Pero no me sentía convencido de lo que escuchaba cuando cantaba. En 2003, hice unos coros en la gira de Siempre es hoy y a partir de Ahí vamos de Gustavo Cerati, donde tuve una participación más importante. En ese entonces ya me sentía mucho más seguro. Con los años fui mejorando y, bueno, hoy estoy más seguro todavía. La guitarra más que nada la uso para componer.

¿Porque te decidiste a tocar el bajo?

El bajo me flasheó de chico, porque fui fan de Duran Duran y sigo siendo. Mi primer bajo fue un Dion de fabricación nacional que me lo compró mi viejo en el 87´, en tres pagos con tarjeta. No era muy bueno, era de batalla. Lo que me gustaba era su forma y que era negro.

Tuviste de profesor a Guillermo Vadalá uno de los más grandes bajistas de la Argentina. ¿Cómo fue esa conexión?
Uno de mis profesores de guitarra, Pablo Ruiz, era alumno de Juan Benítez que es un guitarrista de jazz fusión muy groso: tocó con Lito Epumer Cuarteto. Yo fui invitado a la prueba de sonido y ahí lo conocí a Guillermo Vadalá, y ese mismo año comencé a tomar clases con él. Recuerdo que tenía una hora de bondi para ir a la clase de bajo. Practicaba temas de Duran Duran. Tener como profesor de bajo a Vadalá marcó la diferencia.

¿Cómo se inicia tu relación con los Illya Kuryaki?
A través de Guillermo Vadalá que había tocado con Luis Alberto. Dante estaba armando la banda para los shows de Fabrico Cuero. Dante le habló a Guille pidiéndole un alumno y me llamó la madre de Vadalá, porque se había ido a ensayar con Fito Páez. Yo había escuchado dos temas, que pasaban por la radio Rock & Pop. Entonces ya sabía más o menos de qué se trataba. Con Dante teníamos la misma edad y escuchábamos más o menos lo mismo, estábamos relacionados con música similar. Eso fueron los comienzos, para mí, era todo parte de lo mismo y lo sigue siendo. Es más que una familia, son todos geniales y me siento realizado de haber tocado con Indio Solari y con Gustavo Cerati. También compartí escenario con Charly García y Luis Alberto Spinetta y además en zapadas eventuales y memorables.

¿Qué concierto destacarías con Charly García y Luis Alberto Spinetta?
Un concierto de Charly invitado por Gustavo. Participé en “Pasajera en Trance” en el teatro Gran Rex y, después, en el Luna Park, en un show de Gustavo, tuve que hacerles base a los dos juntos en “Sudestada”.Con Spinetta hemos zapado en su estudio cuando se llamaba Cintacalma. Ensayábamos con los Kuryaki, hacíamos zapadas re lindas. Luis subió a algunos recitales, tuve momentos increíbles. También compartí escenario con Spinetta cuando Gustavo lo invitó en 2007 a tocar “Té para tres” y “Bajan” en Pampa y Alcorta para 200.000 personas. Eso fue en medio de la gira Ahí Vamos.

¿Cómo fue que conociste a Gustavo Cerati?
En un festival en Colombia que tocamos con los Kuryaki. Fue en 1997, en la última gira de Soda. Nosotros veníamos girando con Versus y Soda con Comfort y música para volar. Estábamos en el mismo hotel y me lo crucé en el ascensor; me lo presentó Tweety González. En el 98 ya Soda se había disuelto, Gustavo tocó con Plan V en el Centro Cultural Recoleta, en la terraza con el grupo electrónico que tenía. Con los Kuryaki habíamos tocado el día anterior porque era el día del funk y este era el día de la electrónica, y ahí estaba Gustavo con Plan V. Termina el set electrónico, se cuelga la viola y suben Flavo Etcheto y Leo García a acompañarlo. Tocó un par de canciones, faltaba batería y bajo. Después de ese show fui hablar con él y tomó mi teléfono. Me llamó algunos meses más tarde para probar qué pasaba tocando juntos. Le gustó y me sumé a la grabación de Bocanada, que estaba en su primera etapa.

NAlé Cerati

Durante la gira de Ahí Vamos, con Cerati

¿Nunca pensaste en producir con toda esa experiencia acumulada?

El año pasado produje el disco de Hernán Laguna. Es un solista boliviano que es muy fan de Gustavo Cerati y se le ocurrió que yo le podía producir el álbum. A mí me pareció que también y está buenísimo. Se llama Sueños Conscientes, no está presentado en vivo, pero está terminado el álbum, es muy reciente. Lo hicimos con Hernán Demichelis. Me gustaría producir un disco de punk, porque siempre está bueno jugarse.

Terminaste de grabar tu tercer disco de estudio, El Conmutador. ¿Quiénes participaron de ese registro?
Sí, ya está listo, grabamos ocho temas. Dos ya están en Instagram y también en YouTube; “Ser libres” y “Neutralize Greed”, que quiere decir neutralizar la codicia. Creo en el trabajo, no así en la codicia. Hernán Demichelis es el coproductor junto conmigo. Leandro Fresco toca algunos teclados y coros, Diego Mark, piano Rhodes, Gonzalo Córdoba, Gaspar Benegas, Baltasar Comotto y Raúl Arbelbide (Duna) las guitarras. Benito Cerati canta en un tema y también hace coros y teclados en “Ser Libres”. En batería grabó Alejandro "Oaky" Castellani, baterista de Emmanuel Horvilleur y del regreso de Viuda e hijas de Roque Enroll.

¿Cómo definirías a El Conmutador?
El Conmutador es el primer disco por el cuál siento orgullo, los primeros dos álbumes están buenos, pero les faltaba una vuelta de tuerca que encontré en este disco. El sonido es más homogéneo, las letras tienen más relación entre sí. Tiene un par de momentos muy rockeros. Me gusta cómo está cantado, tocado y compuesto, me parece que no tiene bemoles ni agujeros, y bueno, tuve como una experiencia cósmica y mística a la vez. Sin mediación de drogas, una visión más completa del todo, y la tuve porque estuve antes conmutando muchas cosas, entonces viene de ahí, de hacer muchos enteros con mitades no emparentadas. Mitades lejanas

¿Cómo surgió la idea del nombre?
Es solo una idea que yo tengo, una botella, un paquete de cigarros, fundirlos y lograr un nuevo objeto, algo que no se parezca, eso vengo haciendo con la música y las emociones. Hace unos años, cuando llegué a esta visión que te contaba, ahí cayó el nombre y el sentido está en las letras, que hablan del descuido del amor, de codicia y libertad. Mi hija tiene su canción por supuesto, pero no es el único tema que habla de la libertad.

¿Cuándo tenés pensado presentarlo y dónde?
El 8 de julio en Belushi, ahí va a ser la presentación. Esa noche van a tocar, Pablo Sbaraglia, teclados y coros, Hernán Demichelis guitarra y coros, y Benjamín Carrizo en batería.

Sí tuvieras que elegir tres temas de IKV, Cerati e Indio. ¿Cuáles serían?
De los Kuryaki: “Vela al sol”, “Galaxia” y “Mitad de la canción del caballo violeta”. De Cerati: “Lago en el Cielo”, “Puente” y “Especie”. De Indio Solari: “El Tesoro de los Inocentes”, “Todo un Palo” y “Ostende Hotel”.

¿Y un show?
De Indio, el último show de Tandil, que fue mi primer concierto. Fue épico. Con Gustavo el recital que recuerdo con más satisfacciones y más emoción, es el festival de Pepsi Music, porque la banda estaba en su mejor momento. El de Ahí vamos también, de la gira en la que está el concierto que viene Luis. Ese tour fueron 76 shows, la gira más larga que hice. Habíamos ido a Londres, a España, Estados Unidos, Latinoamérica. Estábamos re curtidos, muy aceitados y muy contentos. Y los conciertos de Bocanada en el Gran Rex. Recuerdo cuando tocamos “Tu medicina” en vivo, del álbum Colores Santos, ese tema en vivo es increíble. Lo volvimos a hacer en la gira de Ahí vamos, pero la versión que hacíamos en Bocanada era mejor.

Full band

De izq a derecha: Nalé, Cerati, Coleman, Fresco y Samalea

¿Y con IKV?
La presentación de Versus al lado de la Facultad de Derecho. Fue con sección de cuerdas y brasses: sonó increíble. Veníamos de tocar bastante y de grabar un disco en Los Ángeles, USA.

¿Qué grabación destacarías de Cerati?
Ahí vamos. Fue una grabación en la que la banda participó, por lo tanto, yo también tuve más incidencia. El registro se realizó en estudios Unísono. Hice dos temas en primera toma, no era fácil grabar en primera toma con Cerati y que te diga: “We got it baby”, ya está, uno entre mil. En “Crimen” me acuerdo que grabó Samalea, el Bolsa González. Fueron cinco bateristas en total.

¿Cómo definirías musicalmente a Indio Solari?
Indio es un compositor único, tiene una facilidad para las melodías y un manejo de las disonancias tremendo. Además, es un gran instrumentista de su voz, se va arriba, abajo, tiene mil matices, puede cantar como Tom Waits. Es intimidante. O se pone estridente, cerca de Robert Plant, hace lo que quiere con la voz.

Con el indio

¿Y a Cerati?
Gustavo también se movía como quería con la voz, pero tiene el lado de guitarrista. No sé qué es lo que más me gusta de él, si su lado compositor, guitarrista o cantante. A mí siempre me flasheó la relación de la guitarra con su composición, cómo se interpretaba a sí mismo con la viola, cómo hace hablar a la viola, la relación entre la ejecución y la composición.

¿Y en cuanto a IKV?
Dante y Emma Horvilleur funcionaban muy bien juntos, igual los temas favoritos que te marqué son los individuales, pero la gente los recuerda por las canciones que componían juntos. “Abarajame” o “Remisero”, todo eso que salía del delirio de ellos dos juntos. Dante es un guitarrista tremendo y compone bárbaro, es como otra cosa, tiene mucho más que ver con el soul, con Steve Wonder, con la herencia de Luis. Dante tiene personalidad. Obvio que siempre podemos desglosar, si desmenuzás ahí está Prince, Steve Wonder, Dr. Dre, Hendrix, etcétera. Pero yo escucho un tema de Dante y lo escucho a él más que a sus influencias. Lo mismo pasa con Indio y Gustavo: eso es lo bueno cuando uno escucha más al artista que a sus influencias, a todos se los puede desglosar, pero cada uno tiene su personalidad. Eso los hace interesantes.

¿Cuándo fue la primera vez que fuiste a un estudio de grabación? ¿Cuál fue el primer álbum que grabaste?
El primer estudio que pisé fue Cintacalma, (después rebautizado La Diosa Salvaje) que pertenecía a Luis Alberto Spinetta, para ensayar con los Kuryaki. Ahí se grabó Pelusón of Milk. La primera vez que piso un estudio para grabar un disco profesionalmente fue con IKV y fue su segundo LP, Horno para calentar los mares, en el estudio Supersónico de Soda Stereo. Quedaba en calle Naón y grabamos con la producción de Tweety González. Recuerdo que estaban las cintas de Dynamo, yo no lo podía creer.

¿Hay algún tema con Gustavo que quedó grabado sin terminar de componer?
Unos cuantos quedaron en su primera y segunda etapa gestacional, y que no se grabaron. Están grabados como demo.

¿Los recordás?
Sí, totalmente. Son pedazos de música que, en algún momento, Benito y Lisa, dirán que hacer al respecto. Algunos los tengo grabados otros no.

Mojoli Nalé

Luis Mojoli (REC Or Play) y Nalé en Las Divines (Aráoz 1392)

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