Pasar al contenido principal

Main Area

Main

Horacio Lavandera: En el piano la voz propia se logra sin buscarla

Image

¿Cuál es el recuerdo más lejano que tenés vinculado a la música? Recuerdo especialmente tres momentos, de muy chico. Cuando tenía algo así como dos años, cuando escuchaba el Concierto de Brandenburgo no 2 de Johann Sebastian Bach. El segundo es cuando escuchaba un casete de Beethoven, la Séptima Sinfonía por la Filarmónica de Berlín. Hay un pasaje que me apasionaba especialmente y, hasta hoy, cada vez que lo escucho me emociona: el crescendo del final del primer movimiento. Y el tercero, un video de Chick Corea tocando con sintetizadores y piano, grabado en Madrid. Estas fueron algunas de las influencias que motivaron mi dedicación a la música. La verdad es que no me importaba si terminaba colocando altoparlantes o conectando cables, tocando el contrabajo, la batería o lo que fuera. La idea era dedicarme a trabajar en eso que parecía lo máximo de disfrute para un ser humano.

Considerando que tu padre (José María Lavandera, integrante de la Orquesta de Tango de la Ciudad de Buenos Aires dirigida por Raúl Garello) es percusionista y que en tu casa no había piano ¿por qué creés que tu instrumento fue el piano? En realidad desde muy pequeño tenía grandes conocimientos sobre todos los instrumentos porque frecuentaba la orquesta donde trabajaba mi padre y además tenía un contacto muy directo con varios instrumentistas que había entre mis familiares: piano, clarinete, saxofón, guitarras, y una serie de instrumentos de percusión con los que contaba mi padre. Empecé pidiendo un contrabajo, pero era un instrumento demasiado grande. También me gustaba la dirección orquestal. Conversando con mi familia sobre las posibilidades de cada instrumento me decidí por el piano cuando tenía cuatro años. Lo esperaba todos los días, hasta que por fin a los siete me llegó.

Imagen

¿Cuáles fueron las primeras músicas y compositores que te deslumbraron? Bach, Beethoven y Chick Corea supongo que fueron los primeros. Luego a los ocho conocí el Preludio no 2 de Gershwin y me quedé deslumbrado. Me fanaticé de tal modo que no había disco que no pidiera y hasta los 12 me hice de una pequeña pero importante colección gershwiniana. Mientras tanto iba leyendo y aprendiendo de todos los compositores. Mozart, Chopin, Liszt, Brahms, Wagner. A los 13 descubrí a Alban Berg y desde ese momento me dirigí con todo mi interés a explorar música nueva.

En los músicos clásicos (y a veces también en los populares) suele existir un trabajo casi musicológico (además de desentrañar la composición y la mejor manera de ejecutar la partitura) a la hora de abordar una obra. ¿Cómo es tu rutina de trabajo al momento de preparar una obra nueva? Sí, mientras más aspectos conozca del autor y de su obra a interpretar y el conjunto de sus obras va a ser mejor. Lo más importante es llegar a conectar de la manera más intensa posible con el compositor. Los medios a disposición son muchas veces desiguales. Uno debe estar haciéndose de tratados, teorías, ensayos de todas las épocas. Cada compositor se rige con un determinado número de giros muy característicos.

Imagen

Desde muy chico tomaste contacto e incorporaste a tu repertorio obras de música contemporánea. ¿Por qué creés que, al menos en Argentina, no siempre se da en los músicos académicos ese paso al mundo de la música contemporánea y sus interpretaciones -y grabaciones- siguen siendo marginales en las programaciones de mayores audiencias? En principio es un tema de educación. En mi opinión debemos dar empuje al arte contemporáneo en todas las direcciones posibles para generar un “suelo” de artistas, organizadores de conciertos y público siempre dispuestos a apoyar lo nuevo.

¿Quién despertó tu interés por la música académica del siglo XX ? Creo que en principio Jorge Kenny, mi primer profesor de armonía cuando tenia entre ocho y nueve años. ¡El me daba vuelta la cabeza con acordes de trecena paralelos!

El desafío de todo pianista (de todo músico, quizás) tal vez sea encontrar su propia voz. En tu opinión, ¿cómo se logra encontrar esa voz al interpretar obras, en algunos casos, tan transitadas y al mismo tiempo mantener el espíritu original de la obra? Es una pregunta muy difícil. Yo intento estudiar todos los días y todo el día para encontrar mi solución. Tener una voz o una visión propia creo que se logra sin pensarla ni buscarla. Simplemente serás diferente porque cada uno tiene una personalidad diferente y así debe ser.

¿Cuál es tu vinculación con las llamadas músicas populares? Tengo una total vinculación. Estudio la música popular de quinientos años atrás hasta la de hoy en día. Todos los bailes, todas las riquezas que aportan al arte.

¿Encontrás en algunas músicas populares (tal vez en el jazz o el rock) la influencia y el gesto artístico de los compositores de la música contemporánea del siglo XX? El free-jazz, el Krautrock alemán de principios de los ’70, etc. ¿Qué relación tenés con todo eso que proviene de la música popular? Si, es total. Si uno nunca escuchó bebop, rock, blues, es muy difícil interpretar música de jóvenes compositores “clásicos” de hoy en día. Y si uno no conoce todas las músicas que pudieron haber afectado a Bach en su momento, sea popular, profana o religiosa tu conocimiento del mundo Bach será reducido.

Imagen

¿Cuál es tu actitud frente al registro grabado de tu música? ¿Cómo te sentís en el estudio de grabación? Es complejo... La grabación en vivo para la música clásica creo es lo ideal.

De acuerdo a tu experiencia, ¿en qué países están los me- jores pianos? Por ahora Japón, Alemania y España. Un nivel altísimo en cuanto a técnicos y manuten- ción de los instrumentos. El pensamiento de mantener un piano es el más delicado. Una vez que uno compra un piano, es muy delicada su regulación y afinación, los cambios de materiales, su puesta a punto en todo momento. Yo necesito a mi técnico todas las semanas para cualquier pequeño retoque, ya sea de regulación o afinación. Hay muchas marcas excelentes como Steinway & Sons Yamaha, Kawai, Bechstein, Bösendorfer. Cada una de estas marcas tiene su propia personalidad y su propio sonido, pero es el mantenimiento de un gran técnico lo que hace a un buen rendimiento. Es decir, por más que un piano sea de una prestigiosa marca, si no está en manos de un muy buen técnico nunca va a tener un óptimo resultado sonoro.

2019 Recorplay Música. Todos los derechos reservados.