Pasar al contenido principal

Main Area

Main

John Scofield: “Todo cambia”

Image

¿Por qué elige tocar con su guitarra Ibanez de 1981? ¿Cuánto hace que toca con esa guitarra?
Debo tener más de 30 guitarras diferentes en mi casa, pero a la hora de elegir con cuál tocar e incluso a la hora de decidir cuál llevo de viaje [risas] elijo esa. Es que en realidad pienso que un músico de jazz debe tener con su instrumento una relación muy especial, una relación casi íntima, porque hay que conocer perfectamente cómo funciona, cómo responde a cada diferente toque, qué sonidos tiene, cómo los logro y, por cierto, cada vez debe sonar mejor. Debo conocerla de tal manera que conformemos una sola cosa. Cuando uno elije un instrumento es para siempre, ese instrumento va a vivir con vos, se va a transformar en una parte tuya. Y, por sobre todas las cosas, es una muy buena guitarra. Con el tiempo la guitarra forma parte de uno y pienso que ése es el trabajo que debe lograrse y esta guitarra forma parte de mí. He tocado por muchos años con esa guitarra, creo que ya son más de 20, ¿por qué voy a cambiarla?

Imagen

Usted ha tocado con Chet Baker, Charles Mingus, Gerry Mulligan y Miles Davis, entre otros músicos que dejaron su huella en el jazz. ¿Cree que la mejor parte de la historia del jazz ya ha pasado?
Pienso que todo cambia y aunque quieras mantener todo como hace treinta años será en vano, de hecho el sonido es diferente. Todo cambia. Yo pienso que, en realidad, la música que uno hace con el tiempo tiene que ir cambiando, tiene que cambiar, no tenés elección y si no cambiás estarás 30 años hacia atrás, copiando a otros. A mi me gusta mucho lo que hicimos en ese momento y pienso que uno debe escuchar esa música e incluso tocarlas y aprenderlas. Lo importante es mantener la continuidad del camino que ellos trazaron y mantenerlo vivo aportando nuevas cosas. Yo fui muy afortunado porque cuando ingresé al jazz era un período de transición hacia nuevos sonidos. Estábamos iniciando la era del jazz-rock y todo estaba por hacerse y por explorarse. Yo diría que mientras estaba tratando de aprender a tocar jazz straight-ahead [jazz mainstream], mis primeras oportunidades para tocar eran experiencias de jazz-rock. Y para colmo estábamos en la época dorada del rock y sonaba mucho el soul también. Muchos músicos estábamos influenciados por esos sonidos y cada uno iba buscando el propio. Así que no podría decir que aquellos fueron los mejores tiempos del jazz. Yo mismo en cada trabajo discográfico he ido recorriendo nuevos caminos, incluso el free-jazz, ¡y también he funkeado con Miles! Y he vuelto a funkear con The Meters, que según creo es uno de los grupos más influyentes en el estilo funkjazz. Yo los he convocado para tocar la canción “Heck of a job” [incluida en su último álbum This meet that] que es una mirada sobre el éxodo en New Orleans luego del huracán Katrina. Los he elegido porque ellos representan a New Orleans por un lado y también representan una gran influencia en estos últimos años, pues han introducido cambios en la manera de tocar y de groovear.

Imagen

¿Cómo evalúa la actualidad del jazz?
Creo que hay buenos músicos, muchos músicos, sobretodo en New York. Incluso hay muy buenos músicos en las escuelas de música. Muy buenos ejecutantes, pero también creo que tocan demasiado académicamente. En la música también es necesario la parte creativa, eso las escuelas de música no te lo dan, esa es la parte de nosotros, esa es nuestra individualidad. Cuando me acerqué a Medeski, Martin & Wood [en el disco A go go de 1997] fue porque reconocí en ellos un nuevo acercamiento al jazz y entonces me sumé a su propuesta. Creo que eso es lo que vale, seguir explorando y proponiendo. Los músicos que verdaderamente aman la música bucean en diferentes estilos en diferentes etapas de su vida. Cuando yo empecé quería ser sólo músico de jazz y vivía en la burbuja del jazz. Pero ¿cómo se podía permanecer en la burbuja del jazz en los ’60 o en los ’70? Yo arribé al jazz en la época del rock y aún toco jazz pero también disfruto mucho tocando otros estilos.

¿Cómo fue trabajar con Miles Davis?
Lo mejor que te puede pasar cuando tocas jazz es poder tocar con músicos que tengan más experiencia que vos. Y para mi tocar con Miles Davis fue durante años una experiencia y un aprendizaje diario. Es la única forma de crecer, en todo aspecto. Cuando llegué a su banda lo admiraba profundamente y él me convenció de que yo tenía un estilo y me convenció que había una clase de música que es tanto funky como improvisada al mismo tiempo. Cuando hacés música muchas veces te preguntás ‘¿qué es lo que estoy haciendo?’. Estás buscando un estilo y Miles tenía un estilo muy, muy especial. Poder compartir canciones con él es una de las grandes cosas que me han pasado.

Imagen

Alguna vez usted mencionó que Berklee es una buena escuela para aprender a tocar jazz. ¿Qué es lo que hace especial a Berklee?
No creo que Berklee sea el único camino para aprender música o para tocar jazz o cualquier otro estilo. Digo que si querés aprender, investigar, tocar en ensamble, etc. ellos han desarrollado métodos para eso y es una buena escuela, es un buen comienzo. Cuando yo empecé a tocar la guitarra tenía unos 11 años y pensaba que la música era lo que escuchaba en la radio, en la televisión. Era la época de la música pop, los Beatles, el folk. Cuando fui a estudiar a Berklee se abrió un mundo para mi. Yo amaba el jazz antes de ir a Berklee, pero allí iban todos los que teníamos otros intereses, buscábamos otras músicas. En ese momento Berklee era la escuela para ir a tocar jazz, no por nada Pat Metheny fue allí, Joe Lovano también y muchísimos más que no podría mencionar ahora. Gary Burton es docente de allí y eso es genial. Para mi fue un buen comienzo. Insisto que las escuelas no te van a enseñar la creatividad, pero sí te van a dar herramientas suficientes como para que la desarrolles.

Imagen

¿Tiene alguna rutina de práctica del instrumento?
No, no tengo una rutina. Sí llevo una práctica diaria del instrumento y me gusta buscar sonidos en la guitarra y me paso muchas horas haciendo eso. Hago ejercicios técnicos en función de mantener cierta tonicidad muscular y de acondicionamiento físico, sólo en función de poder mantener cierto nivel de práctica. Todos estos años entendí que en realidad lo importante es realizar algún tipo de ejercicio o disciplina física para mantener un cierto estado físico.

¿Cómo elije a los músicos para sus nuevos proyectos? ¿Y cuándo considera que un proyecto está terminado?
Bueno, trato de pensar la idea que tengo y de ver quiénes son los músicos que podrían entender esta idea, llevarla a cabo y agregarle su aporte. Busco a quienes sean capaces de escuchar esa música y puedan tocar esas ideas. Es como procurar alguien para determinado trabajo… no es un camino secreto. Trato de escuchar entre los músicos que me rodean, de los festivales donde participo, a lo mejor fui a ver una banda que me impacto y allí ¡voilà! Los proyectos nunca se terminan, uno hace un stop en algún momento cuando cree que ya se puede trasmitir la idea y que sea entendida, pero sólo lo hacemos por una cuestión de presupuesto para no seguir gastando tanta plata [risas].

Imagen

En su último disco volvió a trabajar en diferentes afinaciones…
Sí, en el tema “The low road” afinamos nuestras cuerdas más bajas en C para agregar un sonido extra grave a las notas más bajas de la guitarra. Algo similar hice en “Down D”, uso una afinación en D lo cual me deja empezar con una intro muy abstracta hasta llevar un midtempo. Creo que “Strangeness in the night” es una de las canciones más envolventes. El hecho de agregar una sección de vientos le da unos toques compositivos un poco más hacia el funk y también hacia sofisticadas piezas de jazz como “Pretty out”, que podría de alguna forma definir nuestro estilo de free-jazz.

2019 Recorplay Música. Todos los derechos reservados.