¿Te definirías cómo un guitarrista de metal? Al recorrer mi trabajo parece que soy un guitarrista del género. Pero lo cierto es que no soy tan sólo un guitarrista de metal, también toco muchísimo blues, rock and roll, funk, fusión etc. Paso las horas con el instrumento encima, zapando mucho e improvisando diversos estilos, no sólo heavy metal.
¿Qué cosas definen a un guitarrista de ese estilo? Fundamentalmente el criterio compositivo y la actitud en las frases. Cada estilo tiene sus matices. Pero lo que más define a un guitarrista de heavy metal creo que es el sonido.
Hay sonidos que son referentes dentro del género ¿Cuáles te gustan más? Cada década tiene sus referentes... Aquel viejo sonido potente de “Iron Man” (1971) de Black Sabbath en los setenta dio el puntapié inicial a la era del heavy metal, de ahí en más, cada década tiene su sonido característico. Mi búsqueda siempre se basa en la combinación. Por ejemplo, recientemente con mi endorser de amplificadores, Urbano, estamos experimentando la mezcla entre los sonidos de mi pre antiguo valvular y mi UGC-100 (cabezal Urbano de 100 watts transistorizado) y el resultado es más que satisfactorio. He logrado un color muy personal en mi sonido.
Entiendo que llegaste a afinar en Do y La sostenido, o usando guitarras de 7 cuerdas. ¿En qué se basó esa búsqueda? Creo que la intención era dar paso al modernismo en mis composiciones. He descubierto que las distintas afinaciones traen consigo un sin fin de posibilidades nuevas y hacen, con el debido uso de las mismas, que el material sea más genuino.
Trabajaste en la producción del disco de Tarja Turunen (ex-cantante de Nigthwish). ¿Cómo fue esa experiencia? Realmente increíble. Una de las mejores experiencias de mi vida, ya que el desafío era enorme. Pude poner a prueba mi conocimiento al máximo ya que Tarja es la exponente más destacada de su género, y es dueña de un conocimiento notable. Afortunadamente cubrí sus expectativas así que no sólo trabajé en la pre-producción de algunos de los tracks del nuevo disco, sino que además me invitó a grabar una versión de “In the still of the night” de Whitesnake junto al baterista Mike Terrana, que seguramente saldrá como bonus track en alguna edición.
¿Creés que hay bandas dentro del heavy que puedan trascender las fronteras del país? Creo sinceramente que es muy difícil, ya que el heavy metal no es un estilo de música autóctono de esta región. Pongámoslo de esta manera: si tuvieras que elegir un artista de tango, ¿buscarías en algún barrio de Tokio, en Cuba o en San Telmo? La respuesta se cae de madura. A nivel latinoamericano, creo que las bandas de heavy argentino sí pueden tener muchísimas chances, pero fuera del habla hispana lo veo realmente difícil.
¿Cómo surgen las composiciones en tu caso? A veces de manera espontánea aparece una melodía o un riff, y rápidamente agarro la guitarra y comienzo a tocarla para recordarla... En el 90% de los casos si no la grabo en el momento me la olvido, en el 10% tengo la suerte de estar cerca de la compu o simplemente de estar con la mente despejada y puedo retener la idea varios días hasta plasmarlo en mi home studio.
Grabaste discos tributos a Vai y Satriani entre otros ¿Los considerás influencias? Claro, son mis principales influencias. También Steve Ray Vaughan, Paul Gilbert, Greg Howe, Norberto Napolitano, Van Halen, George Benson, David Gilmour.
¿Qué guitarras tenés? Guitarras: Fender Stratocaster California made in USA de los años ‘90. Gibson Les Paul Custom Rissue 57 también de los ‘90. Gibson Les Paul Standard Red Wine. Ibanez UV777 de 7 cuerdas. Todas las uso conectadas a mi pre valvular directo a mi Urbano UGC-100 con caja Urbano 4 x12 de 400 watts. Claro que cuando dicto clases de guitarra en mi estudio utilizo dos amplis más chicos: Urbano UG20 y otro UG40. También la marca me ha provisto de un equipo multifunción para cuando armo ensambles en el estudio: UM-70 y UM-40 en los cuales puedo enchufar guitarras voces y teclados.
