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Kiuge Hayashida: «Charly me dijo: “la guitarra no depende del equipo, todo está en los dedos”»

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Entrevista: Andrés Ruiz
Foto: Diego Ortiz Mugica

Aprendizaje. «Mi padre me regaló una guitarra criolla y allí aprendí las primeras melodías. Luego me fui para la percusión e hice en la Universidad la Licenciatura en Música. Paralelamente estudiaba bajo eléctrico y en el período universitario grabé un disco de música aleatoria donde tocaba el bajo. La guitarra eléctrica recién la empecé a tocar hacia los 25 ó 26 años aunque siempre estuvo al lado mío, pero nunca la había agarrado profesionalmente. Mi primera guitarra fue una Cimar y después tuve una Telecaster. La guitarra es mi brazo derecho pero también me gusta tocar piano y otros instrumentos.»

Rock trasandino. «Desde chico escuché rock argentino. Por eso para mi es muy emocionante estar tocando con uno de los más grandes. Recuerdo que tenía un amigo que fundó el grupo La Ley, Iván Delgado, éramos vecinos y tocábamos en un grupo folklórico, antes de que él armara La Ley. Él era un gran coleccionista de música, tenía muchos vinilos y tenía casi toda la música argentina. Era muy fanático de Charly y también nos gustaba mucho Spinetta. La música argentina estuvo en mi vida desde muy chico.»

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Nacen Los Chilenos. «Con Toño (el baterista) teníamos un grupo llamado Blues Brothers Chile con el que hicimos un disco en el 98 en el estudio de un grupo chileno llamado Agua Turbia. Luego no separamos del bajista y entró Carlos (el bajista) y ahí nos dedicamos a hacer otra cosa, comenzamos a tocar en un boliche en el que acompañamos a un entertainer chileno que es Miguel Piñera, el hermano del actual presidente de Chile. Con él estuvimos diez años tocando, él tenía unos bares y hacía su show allí, era como un animador, cantaba un par de temas y nosotros éramos la banda que acompañaba a todos los artistas que pasaban por ahí. Uno de esos artistas fue Charly, en el año 2001, tocamos con él y a los pocos días vinimos a Buenos Aires a tocar en un concierto de él en El Teatro, ahí compartimos show con su anterior banda. Cuando tocábamos en los bares no teníamos un repertorio tan amplio de Charly. Conocíamos un par de temas, Carlitos y yo teníamos más presente el repertorio de Serú Girán. Toño sabía más la época solista. Y todos habíamos escuchado a Sui Géneris. Charly lo dijo en la prensa chilena y, también me lo dijo a mí, que a él le gustaba el sonido de nosotros tres, le gustó el sonido del trío. Fue increíble lo que nos pasó, porque nos vio y quiso tocar al tiro con nosotros, fue una fortuna muy grande. Tal vez él andaba buscando en ese momento otro sonido y nosotros estábamos ahí.»

Influencia. «Los primeros shows grandes fueron los Luna Park presentación de Influencia (2002). Arrendaron un estudio en la calle Moreno (TNT) y ensayamos de un modo súper profesional. No sólo se pasaban los temas de la lista sino que había largas sesiones de improvisación, covers, tratábamos de conocernos musicalmente, eso marcó esa primera etapa. Recuerdo que la prensa dijo que éramos un guitarrista sin berretines, un baterista maquinal y un bajista pulsativo, bueno, no hubo piropos de decir tremendos músicos. Ese concierto del Luna sonó bien y luego vinieron conciertos por Nueva York, Miami, México y varios países de Latinoamérica. Todo ese tiempo ha pasado rápido, miro hacia atrás y todo lo que vivimos fue maravilloso, algo muy novedoso para nosotros, ir de gira de un país a otro, también tocamos en Palma de Mallorca, Barcelona, Madrid. No nos costó adaptarnos a eso, aprendimos a viajar, a convivir entre nosotros, a trabajar con Charly, laburar a su ritmo, atentos, obedientes, por la admiración que le tenemos y porque nos gusta su música y tocar con él. Yo me siento muy bien porque a la guitarra le da cierta libertad para que uno aporte lo suyo, eso es lo más rico que puede tener un guitarrista en el ensamble de una banda.»

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María Gabriela. «Ella era como yo pienso que debe ser una mujer artista en una banda de hombres. Tenía su propio círculo, su propio aura, era muy reservada pero también muy dulce. Excelente música, también hacía los coros. Cuando yo llegué a la banda me adapté a eso. Cuando partió María Gabriela quedé solo como guitarrista y luego Charly sumó a las cuerdas dirigidas por Alejandro Terán. Las cuerdas generó una suerte de caos muy interesante donde la guitarra debía insertarse.»

Rock and Roll García. «Todas las guitarras que se escuchan en el disco Rock and Roll Yo son primeras tomas, Charly no quiso volver a regrabar nada de las guitarras. A mi el disco me fascina aunque creo que el sonido de la batería y la guitarra le falta alguna especie de brillantez o protagonismo. Esa es, humildemente, mi impresión. El sonido de la canción “Rock and Roll Yo” me encanta, por ejemplo. Ocurre que esa grabación pasó por Panda y Circo Beat y lo que grabamos en Circo Beat suena mucho mejor.»

Los aliados. «El público fue muy cariñoso con nosotros. Cuando empezamos nos entrevistó el diario Clarín y notábamos que estaban un poco molestos con nosotros porque no entendían por qué Charly había elegido músicos chilenos, había como una bronca, querían saber los motivos ya que nosotros no teníamos historia. Y ahora con el Negro García López hay un cariño muy grande, él tiene un feeling muy lindo conmigo. Aunque él posee una trayectoria tan grande tiene un gran respeto por mi, que es mutuo por supuesto.»

El disco que no fue. «Kill Gil es un proyecto que se diluyó. Últimamente le estuve diciendo a Charly que sería bueno tocar algún tema de ese disco, especialmente uno que está en inglés, “In the city”, es fantástico. La grabación de Kill Gil comenzó en el estudio de Palito, había tres canciones completas, el resto salieron o se arreglaron en el estudio. Que Kill Gil no esté editado es una frustración personal porque considero mi participación allí muy superior a lo que hice en Rock and Roll Yo y por otro lado es una pena muy grande porque en un gran disco. Igual tengo la esperanza que tarde o temprano va a emerger, es demasiado bueno para que quede allí perdido.»

Tocar con auriculares. «Era incómodo, con auriculares no sientes el peso del amplificador, yo creo que la guitarra va con el amplificador. Pero fue entretenido porque Charly es tan original y vanguardista que nosotros fuimos para adelante y lo hicimos. Charly me dijo que en el fondo la guitarra no depende del equipo sino que todo está en los dedos. Sin efectos sin nada, me hizo tocar limpio por línea, fuimos a lo primitivo de la guitarra. Charly fue un maestro allí: me enseñó a tocar de otra forma, de un modo que yo desconocía, aunque sea incómodo y difícil poder superarlo y superarme a mi mismo.»

Guitarras. «El Negro García López tiene una Telecaster y una Kramer y yo una Gibson Les Paul. Pero al poco tiempo el Negro se compró una Gibson entonces ahí yo me compré una Fender Strato para poder diferenciar los sonidos. Siempre estoy buscando otro sonido para poder complementar, a mi me gusta toda la música pero el sonido que yo más conozco es el de los ’70, Gentle Giant, La grasa de las capitales, Invisible. Los temas de Charly han cambiado un poco de color por las dos guitarras, en los ’80 había más teclados.»

El caos Say No More. «Dentro del caos hay un orden, es una frase que él dijo, es un caos ordenado o un orden caótico. Siempre había un clic de donde sujetarse y siempre había cosas nuevas, yo lo sentía muy bien. Charly estaba intentando crear, trabajando 30 horas diarias. Aunque nosotros estuviéramos en Chile siempre estábamos en contacto, yo lo llamaba, conversábamos y cuando estábamos en Argentina nos veíamos más que ahora. Ahora nos vemos en los ensayos, antes pasábamos mucho tiempo juntos, en su casa, veíamos videos, tocábamos cosas nuevas, agarrábamos la guitarra, conversábamos, grabábamos en una grabadora chiquitita que tenía. Luego estuvimos mucho tiempo sin contacto con Charly hasta que nos volvieron a llamar. Fue una sorpresa fantástica. Aceptamos inmediatamente y sabíamos de entrada que en esta nueva etapa iba a ser otra cosa. Comenzamos a ensayar en Luján y ese show en la plaza fue el final de una primera etapa de ensayos. En el debut en Perú estábamos nerviosos aunque era un nervio rico, entretenido. Los ensayos dan tranquilidad pero es inevitable ponerse nervioso ante esa situación. Los ensayos dan la posibilidad de rever cosas y cambiar lo que sea necesario. Ahora todo es más racional, antes era más visceral. Siempre ensayamos, antes y ahora, pero antes Charly podía cambiar en el momento la estructura de todo un concierto por la vibración que sentía en el escenario y había que seguirlo. Ahora trabajamos como trabajan todas las bandas. Charly adoptó la costumbre de tener un piano en el camarín y antes de subir al escenario nos ponemos a cantar y esa gimnasia se nota en los conciertos. Cantamos covers de Stevie Wonder, jugamos antes de salir a tocar, en un momento muy lindo.»

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