Cantás, tocás el bajo, el contrabajo, los teclados y la guitarra. ¿Con qué instrumento te iniciaste? Me inicié con una guitarra, que era lo que había en mi casa, porque era de mi madre. Una Sergio Repiso del 64 hermosa que heredé y conservo con todo cariño.
¿Por qué tocás el bajo, qué encontrás en ese instrumento que no tenga otro? En realidad el bajo es al que más tiempo le dediqué, pero actualmente me gustan todos los instrumentos y todos tienen algo especial. Con el bajo particularmente, cuando era chica me obsesionaba y sacaba las líneas en la guitarra de toda la música que escuchaba y un día un amigo me dijo “¿y por qué no tocás el bajo?”.
¿Cómo fue tu formación? Mi formación fue con profesores particulares, bastante incons- tante y desprolija (pero tuve muy buenos maestros), siempre tratando de estar la mayor parte del tiempo con la música. Escuchando mucho, transcribiendo, buscando data. En Nueva York fui a una escuela tres meses que en realidad fue una excusa para estar un tiempo en esa ciudad que era lo que yo quería, yendo a ver todo lo que podía, en todos los ordenes y disciplinas.
En una entrevista dijiste: “uno toca desde la condición femenina”. ¿Cuál sería esa condición femenina para tocar? Nunca entiendo bien las preguntas de género porque para mi no hay diferencias entre hombre y mujer en la música, ni hay una forma masculina o femenina de tocar. Más bien creo en las diferencias entre las personas mismas más allá del género. Lo que seguramente intenté decir es que uno toca desde su condición de mujer, como una parte sumatoria de las condiciones que forman la esencia de lo que uno es, pero si uno escucha una grabación no puede saber si eso está tocado por una mujer o un hombre, lo que apreciás es si te transmite algo. La diferencia está en el lenguaje, y eso es lo más difícil, tener un lenguaje musical propio.
Acompañaste y te acompañaron diversos artistas interpretando distintos géneros y estilos ¿En cuál de todos te encontrás más a gusto? En realidad me siento a gusto, cuando fluye, con todos los estilos. Pero hay estilos que para tocarlos bien tenés que dedicarte sólo a eso, como el jazz, el tango, etc... En mi vida musical ecléctica actual no tengo esa perfección para tocar a ese nivel, porque mi tiempo está más dedicado a las canciones, a componer y a la producción.
Tenés un home studio ¿Cómo es? Mi estudio es el living de mi casa. Es un estudio casero, con un montón de instrumentos, una Mac, una consola Digi 002 y unos monitores NS-10.
¿Con qué bajo estás tocando en Manto? En Manto toco con un bajo EKO del 63, que lo conseguí hace poco y no me puedo despegar, pero a veces uso otros. Amplifico en realidad con cualquiera que suene fuerte y gordo. Uso un Gallien Krueguer chiquito que suena muy bien o un SWR, y me encantan los Ampeg.
Cinco bajistas que creas imprescindible escuchar. Bajistas que me hayan marcado podrían ser Jaco Pastorius, Paul McCartney, Carles Benavent, Paul Jackson y Sting.
Estuviste junto a Charly García en alguna etapa de la grabación de Kill gil ¿En que consistió tu participación? Grabé gran parte del disco. Es una experiencia que supongo podría asemejarse a jugar al fútbol y que te llame Maradona para jugar con él. Algo imposible que no te marque y que no te deje un montón de enseñanzas.
