¿Cómo nace tu relación con la música y el instrumento? Empecé de muy chico, dejé la escuela secundaria, porque era un lugar muy rígido, no me gustaba. A los 14 años, levantándome a las seis de la mañana, no me gustaba para nada y no me sentía cómodo. Encontré la libertad en la música. Siempre tocando la guitarra y trabajando con artistas desde los 16 años.
¿Qué músicos sentís que fueron una influencia directa para tu modo de tocar la guitarra? Traté de abrir mucho la cabeza y tuve diferentes momentos. Guitarristas pirotécnicos, muy virtuosos, creo que Eddie Van Halen me marcó mucho en esa primera época. Después me conecté más con la música de fusión y con guitarristas como Scott Henderson o Larry Carlton. Luego con Vaughan descubrí el blues, y eso me llevó a ir más atrás hasta llegar a Albert King, Albert Collins, B.B. King, entonces, cada vez que descubría un estilo me llevaba a investigar sus raíces.
¿Recordás tu primer guitarra? La anécdota es muy graciosa, porque cuando mi papá me llevó a la casa de música a ver lo que quería, finalmente me había comprado un bajo (risas), así que había sido una decepción. Pero enseguida cambié por la guitarra y la primera que tuve fue una Melostring, después tuve una Hondo 2 modelo Les Paul marrón, que llené de cintas de colores y pinté toda después de haber visto un video de Van Halen.
¿Cómo se dio el paso en tu carrera de guitarrista a productor? Ante todo soy músico, guitarrista, y es algo que siempre voy a seguir siendo. Dentro de la búsqueda de diferentes horizontes me encontré en lugar como de “director técnico”, si lo comparamos con el fútbol, donde puedo trasladar mi experiencia a otros músicos que se están haciendo y la necesitan. Se puede aprender a producir escuchando mucha música y diferentes estilos, para poder entender tanto el heavy metal, una balada o el pop. Tiene que ver con entender el arte. Voy aprendiendo con cada disco que voy haciendo. No tengo un método de laburo, soy más flexible y encaro cada producción de acuerdo a lo que cada producción va pidiendo.
En la actualidad se escucha que las canciones tienen una duración similar, casi no hay solos y enseguida llega el estribillo. ¿Existen ciertas fórmulas para el éxito de una producción? Hoy, ya sea la compañía discográfica o quien sea, te piden que los temas suenen fuertísimo y que duren tres minutos veinte segundos. Son los parámetros que hoy impone la industria, el mercado. Si se acepta el trabajo, se aceptan esas condiciones.
¿Con qué guitarras y equipos contás actualmente? Tengo unas lindas guitarras. Fender Stratocaster y Telecaster. Gibson Les Paul y SG. Una Danelectro, también guitarras acústicas. Siempre fui más de Fender, o de usar híbridas, guitarras de simple bobinas con dobles. Pero actualmente estoy usando más Gibson. También uso mucho una Fender que me hice hacer, con la cual podría tocar en cualquier lado por su versatilidad, que es lo que necesitaba, con dos simples bobinas, y una doble bobina atrás, al lado del puente, lo que me permite sacarle diferentes sonidos. Con respecto a equipos, me gustan los amplis Fender y Marshall. Justamente ahora estoy usando Bogner que me resultan buenísimos.
¿Utilizás el mismo equipamiento en vivo que en el estudio? No, porque los viajes y las giras son complicados para andar llevando ciertas guitarras o ciertos equipos. En el estudio puedo contar con la tranquilidad de cambiar de guitarras las veces que sienta necesario, pero en vivo tiene que ser una cuestión más práctica, de salir del
