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Spinetta y las Bandas Eternas: Ruidos de magia

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Machi Rufino
(Bajista de Invisible)

“En mi opinión lo más fuerte de la noche del 4 de diciembre fueron las emociones, y eso no sucedió sólo por los reencuentros y la música. Cada uno de los que participamos debe haber sentido cosas parecidas (y también diferentes): por ejemplo, que mi hijo Juan Pablo que es músico (bajista) me haya podido ver y escuchar con Invisible habiendo nacido años después de la separación de la banda (y siendo como es fanático de la música de Spinetta). Fue algo tan fuerte que pensé: si me llaman de arriba yo ya estoy hecho...”.

“Todavía hoy saboreo lo que pasó y me llena de orgullo haber tomado parte de un evento que sabemos que fue único e irrepetible. Un bonus para los músicos: volver a encontrarnos con gente querida, que no veíamos hacía tiempo, como Beto Satragni, Diego Rapoport, Leo Sujatovich, Fito Páez, Gustavo Cerati, Carlos Cutaia, Black Amaya, Emilio del Guercio, Rodolfo García, Edelmiro Molinari, Nito Mestre (que estuvo en el backstage), Charly García, Ricardo Mollo, Javier Malosetti, Marcelo Torres, en fin, una larga lista de gente querida.”

“El trío (Invisible) funcionó desde el primer ensayo y creo que hay dos factores para que esto haya pasado: tanto Spinetta, como Pomo y yo estamos activos, es decir, estamos tocando todo el tiempo, estamos en óptimo estado, musicalmente hablando. Por otro lado, la química de Invisible -que existió desde que formamos la banda y nos fuimos, los tres solos, todo el invierno y parte de la primavera de 1973 a una quinta en General Rodríguez- evidentemente dejó profundas huellas en nosotros. Desde el primer ensayo volvieron las bromas, los chistes, el ‘te acordás esto’ y el sentido del humor que hacía que cada ensayo fuera una fiesta. El resultado de eso obviamente se percibió en Vélez.”

“Para la elección del repertorio opinamos los tres en función de trío. De hecho no hubo temas de El jardín de los presentes (excepto “Perdonado” que fue grabado en trío). También teníamos ensayado un medley de “Encadenado al ánima” y “En una lejana playa del animus” pero en el escenario Luis Alberto prefirió no tocarlo. El tema de Tanguito (“Amor de primavera”) fue ideal para invitar a Lito Epumer. Spinetta nos consultó y tanto Pomo como yo aceptamos con mucho gusto que Lito se sumara a Invisible.”

Rodolfo García
(Baterista de Almendra)

“Creo predominó una emoción muy fuerte durante todo el concierto. Durante el tiempo previo a subir con Almendra estuve en el escenario, al lado de la mesa de monitoreo junto a otros músicos, y el clima silencioso y de respeto que se vivía allí no lo viví antes en ningún otro festival. Ni hablar del momento de tocar con Almendra. Necesité varios días para ‘bajar’ de ese limbo. Luego de un tiempo, empecé a tener verdadera noción de lo que significó el encuentro para la gente a través de comentarios de todo tipo que recibo permanentemente por la calle.”

“No hubo especulación en el sentido de elegir temas del primer disco, del doble o de los simples. Simplemente elegimos cinco que nos gustaban a todos y nada más.”

“Habitualmente a “Muchacha” la hacíamos así (se refiere a la versión con Spinetta en voz y guitarra y rodeado del resto del grupo que acompañó con armonías vocales). Puede ser que en alguna oportunidad de la primera época la hayamos cantado cada cual desde su posición habitual en el escenario. Pero ya en los conciertos de la gira del ‘79 lo hacíamos así, los cuatro juntos en el centro del escenario. En el tema voces nunca tuvimos un único modelo determinado, además de los Beach Boys nos gustaban mucho, obviamente, los Beatles y también los Byrds.”

Muchacha ojos de papel”, dedicada a la madre de Luis Alberto, último tema del set de Almendra.
Muchacha ojos de papel”, dedicada a la madre de Luis Alberto, último tema del set de Almendra.

“El concierto tuvo muchísimos momentos altos: Invisible, Pescado, Los Socios con Javier (Malosetti, en batería, en reemplazo de Daniel Wirtz) y Marcelo (Torres), la participación del Mono Fontana, Cerati, Fito, en fin... fueron más de cinco horas mágicas, muy homogéneas en cuanto al nivel artístico, pero admito que no puedo ser muy objetivo; me falta la perspectiva del espectador.”

Carlos Cutaia
(Tecladista de Pescado Rabioso)

“Desde el día que me llamó Luis para comunicarme la idea del recital sentí, además de la sorpresa, una intuición muy positiva que, con el correr del tiempo, reuniones, ensayos y encuentros, se iba confirmando y creciendo. Fue como entrar en un campo de energía positiva. Todo era sí. Y eso me envolvió y nutrió, haciendo muy fácil y placentero el camino de la concreción. El día del recital fue la culminación, y estar en el costado del escenario o en el camarín con los músicos, hizo crecer en mí una sensación de felicidad y emoción que llegó a lo máximo en el momento de tocar con Pescado Rabioso. La sensación que todavía tengo conserva en mi espíritu la alegría y ese privilegio de haber participado en un concierto histórico genial.”

“Para el set de Pescado usé un Hammond C3 con dos Leslie de madera, un 145 y un 21H. En “Me gusta ese tajo” y “Hola dulce viento” usé el (sonido de piano del) teclado Nord Electro 2.”

“Mi relación con aquellas canciones estaba en un lugar lejano de mi memoria. Al volver a tocarlas con los mismos arreglos y comprobar que sonaban impresionantes y que tuvieron una comunicación increíble con la gente, sentí que Pescado Rabioso atravesó el tiempo y apareció en el presente con la fuerza y energía originales. El concierto fue excelente en su totalidad pero me conmovió especialmente el momento de Invisible.”

Invisible a los ojos, esencial a la oreja: Machi Rufino, Pomo Lorenzo, Luis Spinetta.
Invisible a los ojos, esencial a la oreja: Machi Rufino, Pomo Lorenzo, Luis Spinetta.

Black Amaya
(Baterista de Pescado Rabioso)

“Antes de subir a tocar sentía los nervios de un principiante pero estaba feliz de volver con Pescado, era cumplir mi sueño desde que nos separamos en el 73. Sentía la responsabilidad de tocar bien, de no equivocarme o irme de tiempo. Era la fiesta de Luis y Pescado era una de las bandas más esperadas, sabía que muchos jóvenes nos querían ver y escuchar y se iban a llevar un gran recuerdo. Momentos antes de subir al escenario estábamos todos juntos con Luis, nos deseamos suerte ¡aunque yo temblaba! Pero sabía que después del segundo tema todo se acomodaría. Pude ver las caras de mis compañeros sonrientes, sentí mucho amor hacia ellos, no podía creer que estábamos tocando. Fue una emoción enorme de vivir ese momento, traté de ver al público pero eran tantos que no vi nada. Estuve colgado con estas vivencias varias semanas.”

“La lista de temas la hicimos el primer día que nos reunimos Luis, Carlos y yo. David no pudo venir pero avisó que la elección que hiciéramos estaba bien. Fue muy divertido porque nos dábamos con un caño al volver a escuchar los discos después de tanto tiempo. Yo creo que desde el primer día apareció el espíritu de Pescado, por esto mismo los ensayos fueron muy ágiles. Y además estaba “Salvatore” Vadalá, lo llamamos así porque se sabía todos los temas. Luis nos preguntó si aceptábamos tenerlo como bajista, por supuesto, todos dijimos que sí. Guillermo (Vadalá) tiene la capacidad de tocar cualquier cosa, buenas bases rítmicas, intuición, gusto, fuerza cuando es necesario, matiz y ¡memoria!”

“El productor ejecutivo del concierto, Pablo Mangón, me preguntó qué batería quería usar, que le pidiera la que quisiera. Así que le pedí Gretsch americana y, si era posible, viejita. Me trajeron una del año 80 y pico, no recuerdo su modelo pero me encantó su sonido que era el que yo quería para Pescado. Un sonido con cuerpo y potente. En cuanto a los platos, estrené un set Istambul que también me gustaron mucho.”

Ricardo Mollo, Sergio Verdinelli (un gigante en los drums) y L.A.S. Antes del final, en la madrugada del 5 de diciembre
Ricardo Mollo, Sergio Verdinelli (un gigante en los drums) y L.A.S. Antes del final, en la madrugada del 5 de diciembre

Claudio Cardone
(Tecladista de la banda actual de Spinetta)

“Es muy difícil de explicar con palabras lo que se sintió en Vélez. Calculá que yo, de ser un fan de Luis desde hace muchos años, de repente me veo involucrado en semejante evento. Rodeado de gran parte de lo mejor del rock de este país, y encima compartiendo escenario con prácticamente todos los tecladistas que han sido mis maestros. Mucha emoción, recuerdos, una alegría muy particular. Pero sinceramente, lo que me pone más contento es el reconocimiento hacia la música de Spinetta, hacia una trayectoria musical inédita en un montón de aspectos. Y, al margen, creo que en momentos de tanta mediocridad musical hacía mucha falta un evento de estas características.”

“Las canciones que tocamos de Charly y Cerati, por ejemplo, (“Te para tres”, “Filosofía barata y zapatos de goma”, “Rezo por vos”) las escuchamos de los discos con Nerina, Guille y Sergio (Nicotra, Vadalá y Verdinelli, respectivamente, la banda actual del Flaco) e intentamos respetar, dentro de las posibilidades, los arreglos originales. En el caso de “Rezo por vos” Charly me indicó solamente qué tocar en la introducción. Y en “Te para tres”, toqué en el teclado el arreglo de cuerdas que está en el Unplugged de Soda Stereo. Antes de tocar “Asilo en tu corazón” (incluida originalmente en La la la el álbum de Spinetta con Fito Páez) el Mono (Fontana) tuvo la idea de tocar “Retrato de bambis”, que es como una introducción de “Asilo...” pero compuesta por Carlos Franzetti (tal cual es la secuencia en el disco La la la) y es magnífica. Cuando el Mono se enteró que se iba a tocar “Asilo...” me propuso hacer el arreglo de “Retrato...” original con ambos teclados. Así que trajo ya trascripto el score original de Franzetti, que tocó él casi en su totalidad, y yo más que nada reforcé varias líneas. Luego, en el transcurso de la canción en sí (“Asilo...”) ocurrió lo mismo: tocamos con el Mono el arreglo original del Maestro Franzetti y Fito tocó el piano como en el disco.

“Los tiempos han cambiado y se perdió eso de ir a un concierto, sea en un estadio o en un teatro, y escuchar música respetuosamente y en paz. Un concierto es un hecho artístico. Hoy en día muchísimos espectáculos de rock se parecen más a una catarsis, una descarga de furia, rivalidad e ira, como la que se ve en los partidos de fútbol. A mi modo de ver esto hizo perder la esencia de la música. De todas maneras uno recibe lo que da y Luis siempre fue respetuoso, coherente y un artista que hace solamente cosas artísticas. Nunca le interesó hacer algo porque esté de moda, por business o por cualquier tontería. Es por eso que puede tocar en un pub para 5 personas o en Vélez y lograr el mismo clima de mutuo respeto.” “La música de Luis ha sido siempre bastante ecléctica. Sus discos van desde cosas bastante jazzeras, muy rockeras, experimentales, muy acústicas, etc. Pero el hilo conductor es la buena música, fuera de las modas, de lo que te pueden imponer las compañías discográficas, etc. Sólo importa el hecho artístico. No importa si usa una orquesta como en su disco en inglés, un trío de rock como en Los Socios..., computadoras y cosas electrónicas, o un piano y una guitarra como en Kamikaze; o si sus letras hablan de vivencias personales, o son netamente surrealistas. Luis hace la música que sale de su corazón y siguiendo su inquebrantable línea de conducta. Estimo que estas características tan marcadas han logrado que la gran mayoría de la gente lo respete... y que pueda llevar a cabo -a sus 60 años- un espectáculo tan particular como el de Vélez.”

Pescado Rabioso. L.A.S., Black Amaya, Vadalá (bajista invitado) y David Lebón (guitarrista en esta versión de Pescado). Fuera de cuadro, Carlos Cutaia. Bocón Frascino también estuvo en “Me gusta ese tajo” y “Post crucifixión”.
Pescado Rabioso. L.A.S., Black Amaya, Vadalá (bajista invitado) y David Lebón (guitarrista en esta versión de Pescado). Fuera de cuadro, Carlos Cutaia. Bocón Frascino también estuvo en “Me gusta ese tajo” y “Post crucifixión”.

David Lebón
(Bajista de Pescado Rabioso, en Vélez tocó la guitarra)

“Fue volver a estar en casa o en Arribeños, con los chicos, creando, soñando y amando lo difícil. Me siento pleno porque fue realmente una sorpresa. Yo sabía que se le iba a regalar algo a Luis, pero no sabía que nosotros también íbamos a recibir tanto. Qué hermoso e interminable sueño.”

“Este concierto no cambió en nada mis sentimientos con respecto a Pescado. Fue volver a estar juntos, de golpe, sin aviso, una verdadera sorpresa (gracias Pablo). Todo estaba igual, salvo que me ascendieron a guitarrista.”

“Es increíble la vigencia que mostró “Hola dulce viento”. Luis insistió en en hacerlo (¡habiendo tantos temas bellos!). Recuerdo cuando lo escuchó por primera vez: yo estaba sentado en mi casa de Barrancas y de repente entra Luis y exclama: qué hermoso tema, grabémoslo. Me morí. Luis es un dulce, un ser que entendió todo. Lo respeto muchísimo.”

Nerina Nicotra
(Bajista de la actual banda de Spinetta)

“Siento mucha alegría y emoción de tener el privilegio de acompañar a Luis en ese gran concierto, fue como abrir una puerta gigante y decir bueno, acá va. Hacía muchos meses, aproximadamente el 9 de abril, que Luis nos había presentado la idea. Nos estuvimos preparando energética y emocionalmente como grupo, me refiero a la banda con él incluido. Además de un entrenamiento musical y de los shows que hicimos durante el año, ir de la mano de Luis en algo así, único para él también, te lleva sin duda a un compromiso espiritual muy grande. Entre eso y mi hijita de un año y medio, tuve para entretenerme... Y ahora, varios meses después, va decantando, fue increíble... A tomar aire para seguir”.

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Spinetta y García. Rezo por vos.

“Toda la obra de Luis tiene su sello, siempre, es difícil no verlo como una sola línea. Claro que es extensa, aunque pase por diferentes puntos o estados, pero es Luis, tiene esa forma, no se pierde. Cuando escuchás una letra de hace un tiempo atrás te montás a algo que le pasaba a él por la cabeza en ese momento, que capaz es alguna etapa que ahora la vivo yo, y en su música siempre encontrás cosas muy actuales también. Y pienso una vez más, ¡qué cabezón!”

“Los temas los trabajamos en la sala, en algunos temas los artistas invitados vinieron desde el arranque, y en otros se sumaron después de haberlos ensayado un poco entre nosotros. Igualmente la consigna era mantener un equilibrio entre la versión original y la que hacemos, aunque Luis no pretende que sea igual a la original. En el caso de “Necesito un amor” ( de Manal) vinieron los hijos de Luis y la hicimos en otra onda por completo, y nos divertimos.”

“En el escenario fueron varios los momentos fuertes: levantar la vista, mirar a Luis y que me haga un gesto que estaba todo bien fue reconfortante, de mucho empuje; verme rodeada de músicos de la talla que estaban ahí sonando y sentir un cariño y respeto muy grande por ellos como compañeros. Y desde abajo, cuando antes de salir, la banda se reunió camino a la rampa que iba al escenario y Luis dijo con una sonrisa: llegó la hora.”

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