AC cenital. Con las manos en el Roland. A su derecha el Wurlitzer. Por ahora nueva banda y nuevo show. Nuevo disco, tal vez, antes de fin de año. Andrés Calamaro volvió a tocar en vivo luego de más de dos años de ausencia de los escenarios. La banda que lo acompaña es un auténtico seleccionado de instrumentistas. El equipo forma así: Sergio Verdinelli en la batería, último drummer de Spinetta, estrella del jazz local, fino compositor; Mariano Domínguez en bajo, ex Illya Kuryaki, entre otros créditos; en guitarras el tándem Julián Kanevksy (único sobreviviente de la anterior formación de AC) y el explosivo Baltasar Comotto, cedido en comodato de las filas del Indio Solari; finalmente, Germán Wiedemer en teclados, pianista de una extensa carrera en el rock-blues argentino con, entre otros, Memphis y Ratones Paranoicos (es el pianista en el Unplugged de los Ratones). Una banda con una voz líder y cuatro coros (Verdinelli no canta). Y la grata de sorpresa de volver a ver y escuchar a Calamaro en el piano. La Gira Bohemio comenzó el 2 de mayo en Olavarría y al cierre de esta edición -luego de conciertos en Villa María, Corrientes, Tucumán, Santiago de Chile, Mendoza y Rosario- comenzaba el tramo latinoamericano con paradas durante el mes de junio en Colombia, Ecuador y México. Aún sin fechas confirmadas en Capital Federal, el Bohemio Tour ya es uno de los hechos trascendentes de este año para el rock-pop argentino. Mientras tanto, en algún estudio de esta ciudad, Cachorro López ultima los detalles de lo que será la nueva entrega discográfica del ex Abuelo de la Nada. Recorplay estuvo en Villa María, segundo concierto de la gira, primero ante una multitud: casi 10 mil personas en un magnífico anfiteatro a la vera del río. Un show de más de dos horas y más de 30 temas que recorrieron su obra desde Los Rodríguez y que se detuvo en lugares poco transitados de su discografía como El palacio de las flores ("Mi bandera", "Patas de rana") o el box Andrés ("Mal en mi", dedicada a Pappo, su co- autor). Días después del concierto, el Salmón tuvo la gentileza de responder a las preguntas de esta revista. El pianista Germán Wiedemer también hizo lo propio.