¿Por qué Hiwatt?
Desde que lo conocí, lo empecé usar y fue irremplazable. Tiene un sonido muy personal, único y hace que todo lo que le conectes al equipo, tanto guitarras como pedales, mantenga su propio sonido. No suena de la misma manera si le conectas diferentes guitarras, conserva la personalidad artística de cada instrumento. Es una usina de potencia con buena ecualización y muy buenos parlantes, lo que le da un equilibrio importante. Los graves son los graves, los agudos son agudos y los medios son medios, no falla, responde perfecto en su funcionamiento y hace que puedas sentir la naturaleza de cada guitarra.
¿El equipo tiene su personalidad o el carácter se lo da quien lo utiliza?
No hay muchos músicos que lo usen más allá de aquellos clásicos que lo utilizaron siempre: Townshend, Gilmour y algún otro de esa época. Ahora lo usan Coldplay, The Hives o The Killers, que buscan ese sonido duro. En mi caso los uso desde al año 78, no sabía con exactitud en aquel momento lo que quería, pero me daba un tono especial, una calidad y una seguridad sonora que no encontraba cuando enchufaba en otro amplificador. Su sonido es duro, durísimo. En cuanto al amplificador custom, no tiene master gain, lo que te da la opción de pudrir el equipo sin necesidad de subir todo el volumen ni agregar un pedal, ya que tiene un sistema de saturación propio, un pre amp, muy parecido a los master que tenían los Marshall a finales de los 70.
¿En paralelo a lo musical pensás que es necesario tener un conocimiento sobre equipamiento?
Si vos tocás un instrumento eléctrico hay una cadena de conceptos que hay que aprender a desarrollar. Primero, desde el instrumento, siguiendo por el cable, los pedales, si es que usás, y el equipo; todos juntos forman una unidad artística. La situación de usar pedales te lleva a ganar en colores y matices, más que el amplificador en sí. Con estos amplificadores Hiwatt puedo lograr esto, que respete ese sonido que busco pudiéndose adaptar tanto a la sala como a un estadio si es necesario.
¿Se puede componer desde los efectos?
Yo lo hago. Soy más un guitarrista de ese concepto que un guitarrista virtuoso o de escalas. Hoy, en el 2010, se han inventado un montón de recursos que está bueno saber aprovecharlos, el sonido logrado es muy importante a la hora de componer. Cuando doy clínicas (Guitarras Alteradas) abordo este tema en particular, por eso hablo de “texturas sonoras a partir de elementos analógicos y digitales”, lo que me permite trabajar directamente con los efectos incluso sin tocar la guitarra, armando loops o secuencias. En el trío (Gran Martell) trabajo con ese concepto creativo, de poner la guitarra en función del entorno musical que está funcionando. Tengo una base muy explosiva (Jorge Araujo y Gustavo Jamardo), de muchos golpes, muchas notas; por eso yo no podría ponerme a tocar a esa misma altura porque enturbiaría todo, entonces lo tengo que liberar, ser claro y ponerme a surfear desde el sonido sin perder el concepto del guitarrista de rock, donde en un momento nos encontramos todos, pero debo mantener clara esa función. En el caso de Martell, la que cierra la armonía es la guitarra, por eso no podría ponerme a tocar ritmo con ellos, de ahí es que abordo la parte musical desde varios puntos, desde los riffs, desde los solos y desde la armonía.
En otra nota que hicimos hablábamos del volumen utilizado como una herramienta más.
Totalmente. El rock es una música de volumen, el volumen forma parte de la composición. Cuando tocás una nota a mucho volumen es una cosa muy diferente que si la tocás a un volumen bajo ya que podés mantenerla sostenida en el tiempo. Cuando estás a mucho volumen con amplificadores grandes, el aire que mueven producen como una cantidad de armónicos que no sucede con equipos chicos. En este caso la relación entre caja y cabeza sería de 100 watts de potencia y 300 watts de bafle.
¿Creés que hay guitarras que se complementan mejor con determinados equipos?
Si, claramente, pero depende mucho del estilo que toques. Por ejemplo una Strato con un Twin Reverb es perfecto para tocar reggae, hasta con un Marshall valvular va bien. De hecho grandes bandas como Steel Pulse usan este formato. Pero si vas a tocar jazz tradicional hay tipos que usan Jazz Chorus porque tiene más que ver con su sonido, creo que tiene que ver mucho la búsqueda del estilo que cada uno toque.
En esa búsqueda se reivindica el sonido vintage, valvular, para lo cual se invierte mucho dinero en estudio y equipamiento. La paradoja es que muchas veces toda esa búsqueda no se llega a apreciar por el nivel de compresión que utilizan los formatos actuales de reproducción.
Creo que esto responde a una situación de mercado que poco tiene que ver con lo estrictamente musical, lo que te lleva a adaptar la artística a estas nuevas tecnologías. Vos grabás y tenés que llevarlo a un soporte que sabés que está bueno, pero también podría ir a parar a un cassette -que hoy es completamente obsoleto-, ponerlo en tu celular o escucharlo en la compu, cosas que imponen hoy el mercado. Hoy los tiempos van a otra velocidad, podés tener 300 temas y escuchar 10 segundos de cada uno y no escuchás la obra entera de principio a fin, que te transmite otro viaje. Es una cuestión de gusto, yo me siento más fiel a esas cosas que me atraparon desde un comienzo a querer hacer música: tratar de tocar de determinada manera, estar informado e intentar siempre de pensar el instrumento con respecto al entorno en el que me encuentro, no es lo mismo tocar en un trío que tocar en una banda con diez músicos.
¿Cómo está compuesto tu set en vivo?
Tengo un estándar de pedales y guitarras que me permite abordar un show con cualquier amplificador. Lo óptimo es poder tocar con un sistema estéreo o un sistema estéreo triamplificado, que sería usando tres equipos, el L y el R y en el medio un equipo crudo, más duro, cosa que los efectos que puedas usar en estéreo no pasen por encima del sonido propio de la guitarra. Este es un sistema que diseñó un técnico norteamericano que se llama Douglas Hall, que es el técnico de Iron Maiden y me enseñó a usar este sistema. Una vez desayunando en un hotel me preguntó cómo armaba mi set y me lo planteó en una servilleta, a partir de ahí vi la luz y siempre que puedo lo uso. Él había armado este sistema para los alemanes de Helloween. Uso también una sección de pedales de distorsión, de moduladores y otra sección de delays. Cada sección funciona de modo diferente y así armo la cadena, conectando primero la guitarra al wah-wah, de ahí a los distorsionadores, luego a los moduladores que pueden ser flanger, trémolo o chorus y luego a los delays sean análogos o digitales. El cierre de la cadena va a los equipos. En el medio de esto, entre los moduladores y los delays, se pueden agregar controles de tono o ecualizadores, por ejemplo. Esto me permite poder tocar sin necesidad de contar con mi propio amplificador. Siempre todo conectado con cable. Uso desde hace muchos años los cables Whirlwind, porque se bancaron muchas batallas; no me gustan los inalámbricos ya que me pasó alguna vez que me movía unos metros y ni sonaba… se perdían algunas frecuencias.
Hiwatt en Argentina
Omar Pagone, de Musical La Fusa, habla de Hiwatt, la marca que distribuye en el país.
“Estábamos en busca de alguna marca líder en amplificación ya que desde hace unos años tenemos la distribución de guitarras Fernandes, así fue que en la NAMM de 2007 nos encontramos con Mark Lodge, el representante de Hiwatt, de Lancaster, Inglaterra. Estas marcas tienen cierta relación y, para mi gusto personal, lo primero que me gustó de Hiwatt es que sea de origen inglés ya que ellos me parecen los líderes en amplificación. A través de esta marca también pudimos entrar a un mercado de alta calidad, mucho del público que conocía la marca es de más de 35 años, músicos profesionales que tenían como referencia a The Who o Pink Floyd porque ellos usaban estos equipos. Las tiendas que lo compraron lo vendieron y pidieron reposición; ésa es la mejor señal. Siento que es una marca que cada vez se tiene más en cuenta, de a poco fue entrando, pidiendo permiso, y nuestra idea es competir directamente con los productos ya impuestos, y aquí cuesta sacar los ojos de las marcas que están establecidas”.
