Pasar al contenido principal

Main Area

Main

Toth & Guyot: Producción Nacional

Image

Entrevistas: Luis Mojoli
Fotos: Gentileza Toth-Guyot

¿Cómo se conocieron?
Alfredo: Coincidimos por primera vez en la banda de Porchetto pero nos conocíamos de antes, en la época de Sacramento o cuando tocaba con Nito Mestre.
Pablo: Yo lo había visto a Alfredo con Los Gatos, que era una banda que me mataba. Recuerdo que a los 18 yo tocaba en un boliche y una noche vino Alfredo, que se había separado de Los Gatos y junto con Ciro Fogliatta habían formado Sacramento, año 71 más o menos. Alfredo tocaba la guitarra en ese momento, tenía una Les Paul tremenda.
Alfredo: Y vos tenías una Gibson 345.
Pablo: Sí… luego nos cruzábamos en las giras: él con Nito y yo con Porchetto, ahí nos conocimos más. Más tarde, en un reportaje, Alfredo dijo que la banda que más les gustaba era la de Porchetto. Luego de eso el bajista que teníamos con Porchetto se fue y le dijimos a Raúl que por favor lo llamara a Alfredo, porque nos encantaba cómo tocaba. Así, y con Willy Iturri en la batería, hicimos los discos Metegol [1980] y Televisión [1981].
Alfredo: Fue buenísimo estar en esa banda. Yo venía de tocar con Nito, que era una cosa más tranquila. Porchetto era otra cosa en ese momento, me encantaba cómo sonaba.
Pablo: Nito nos quería matar porque nos llevamos a su bajista. “No hay dos Alfredos”, nos decía. Y tenía razón.

¿Cómo recuerdan a la distancia, y ahora que son un reconocido tándem de productores de discos de rock, la grabación de un disco tan crudo como Piano Bar?
Pablo: Recuerdo que lo hicimos muy rápido. A veces me preguntan, como productor, cuánto se tarda en hacer un disco.
Eso nunca se sabe, depende de cada artista. Hay bandas que conviene grabarlas rápido y otras que no. Por lo general nosotros ensayamos mucho antes de entrar al estudio. Pero me acordaba de Piano Bar, que en tres días hicimos el disco.
Alfredo: Lo que pasa es que veníamos tocando con Charly desde las presentaciones de [el disco anterior a Piano Bar, editado en 1983] Clics Modernos y en esa banda además estaban Fito, Fabiana, nosotros con Willy y Melingo… por favor, qué buena banda…
Pablo: Cuando entramos a grabar sólo conocíamos cuatro temas: “Promesas sobre el bidet”, “Piano bar”, “Cerca de la revolución”, que ya tocábamos en vivo, y “Yo que crecí con Videla” [“Demoliendo hoteles”]. El resto lo conocimos en el estudio. Charly nos mostró los temas, lo tocamos una vez y lo grabamos. Los acordes de “Vía muerta”, ni idea, zapábamos en el estudio y adivinábamos las notas que sonaban y allá íbamos. Charly nos sacó una impronta diferente. Cuando ensayás para un disco te formateás de otro modo, sobre todo en cuanto a los arreglos. Aquí fue “lo que te salga lo rescatamos y queda grabado”. Como nos quedaban dos semanas de estudio en ION aprovechamos para hacer el video del ketchup y también para escuchar el disco. Habitualmente cuando terminás de grabar un disco estás harto de escucharlo, acá fue todo tan rápido que queríamos escucharlo.

Imagen

¿Qué importancia le dan a GIT en sus carreras?
Alfredo: Fue nuestra primera vez en varios aspectos. Por primera vez no acompañábamos a nadie, teníamos que cantar, estábamos ahí al frente… era la primera vez que los tres vivíamos eso. Una experiencia completamente única y diferente.
Pablo: Con GIT ensayábamos todos los días del año, todo el tiempo que estuvimos juntos, siempre. De dos a nueve de la tarde estábamos juntos, ensayando, componiendo, grabando.

Además fue uno de los grupos argentinos más exitosos en Sudamérica, sobre todo en Chile.
Pablo: Cuando nosotros llenamos el Estadio de Chile, Soda llegaba esa noche por primera vez a Santiago. Me acuerdo de eso. Luego tocábamos juntos en el Festival de Viña. La popularidad de GIT en Chile era ridícula, demasiado. Nos conocían los chicos, las madres, las abuelas, nos aplaudían cuando íbamos a la playa. Muy loco.

¿Cómo fue el trabajo de Charly como productor del primer disco de GIT?
Pablo: Charly tiene una impronta veloz, muy intuitiva, como si internamente supiera algo que el resto no sabe. El disco ya lo teníamos nosotros muy armado y muy trabajado pero él por ahí cambió dos palabras en una letra y ese tema fue muchísimo mejor que antes. Ese disco se mezcló todo en un día, en un estudio en Ibiza.
Alfredo: Es el disco que más me gusta, hay cosas buenas en los otros, pero ese es el más fresco.

Imagen

¿Cómo se logró el sonido a lata de la batería de Willy Iturri en el segundo disco, producido por Gustavo Santaolalla?
Alfredo: Fue un experimento muy bueno, con unos micrófonos PZM.
Pablo: Hacíamos así: afinábamos el tambor muy agudo, muy alto, sin bordona. De bordona usábamos una chapa que había en un armario, de esos para poner libros que son palitos con agujeritos. Usábamos esa chapita arriba de los PZM, que son micrófonos de presión de aire, si explota algo se abre, si no, está cerrado. Y con otro artefacto le corregíamos la duración, si queríamos más larga o más corta la vibración del disparo, como le decíamos.
Alfredo: Igual, el plano de tambores en ese disco está más fuerte que nunca, era terrible, juro por Dios que era terrible.
Pablo: Si, más fuerte que nunca.

¿Cómo eligen al ingeniero en cada grabación que les toca producir?
Pablo: La mayoría de las veces elegimos de acuerdo al grupo. También se da que el grupo nos pide determinado técnico. Nosotros habitualmente trabajamos con Alvaro Villagra, Facundo Rodríguez y Claudio Romandini. Todos pueden grabar cualquier música, tienen la ductilidad necesaria para hacerlo. Por ahí cada uno tiene una virtud especial en algunas zonas específicas.

¿Toman decisiones también con respectos a los instrumentos y los equipos que se usarán en la grabación?
Pablo: Sí. Los Piojos, Bersuit y los Ratones están súper equipados. Con las bandas más chicas por ahí alquilamos un Ampeg SVP-Pro para los bajos o equipos Matchless o Vox para violas o algún Marshall. Mezclamos muchos equipos, la mezcla de equipos nos resulta muchísimo. Y los instrumentos también son importantes. Por ahí hay guitarras Gibson o Fender pero no las grossas entonces pedimos una buena Gibson a algún amigo. Tavo de Los Piojos me ha prestado Matchless muchas veces. Cuando no hay un Ampeg de por medio al bajo le falta algo, eso se nota. Y las baterías las grabamos con el Bolsa González, ya es un clásico para nosotros.

El año pasado produjeron juntos Civilización con el grupo ya convertido en un tanque de convocatoria. ¿Cómo fue el trabajo para ese disco, teniendo en cuenta que era el regreso del grupo luego de muchos años sin editar nuevas canciones?
Alfredo: Nos encontramos un día para charlar, en ese momento nosotros estábamos haciendo un disco de los Decadentes. Nos llamaron en octubre porque querían hacer un disco para fin de año. Les dijimos que no llegábamos, que no tenía sentido apurarse, sobre todo teniendo en cuenta que ellos llevaban cuatro años sin lanzar un disco con nuevas canciones. Estuvieron de acuerdo y empezamos a laburar en la sala del grupo, que es un lugar muy lindo para trabajar. Ahí estuvimos como seis meses, bastante tiempo.
Pablo: Se empezó de cero. Trabajamos los temas, la estructura… al grupo le viene bien ese tiempo porque van madurando mejor las canciones. Al tocarlas todos los días durante tanto tiempo se logra algo más maduro. Además, no es que nosotros les decimos a ellos lo que tienen que tocar.
Nunca. Muchas veces ellos nos dan soluciones a nosotros. Es un tiempo para madurar 25 o 30 temas y elegir. El corte de difusión [“Pacífico”] era un tema lento hasta que Alfredo sugirió hacerlo en clave punk y mejoró a morir y así quedó.

¿Están atentos a bandas nuevas, gente nueva que va apareciendo?
Pablo: Estamos cerca de algunos artistas nuevos que vimos crecer desde afuera. Les fuimos sugiriendo cosas y ahora queremos grabarlos y que sean editados por una compañía grande. Vamos a ver. Hace como dos años que no paramos de laburar y ahora queremos parar para hacer algunos discos de bandas debutantes. En lo que queda del año posiblemente hagamos eso. Hacemos bandas que muchas de ellas son algunas de las más grandes de la Argentina, algo que nos encanta, pero queremos también trabajar con bandas nuevas, que propongan cosas que nos refresquen la cabeza. Con una banda nueva podés arriesgar mucho más que con una banda con años de carrera y con un sonido ya formado. Pero el rock es riesgo, si no te arriesgás y te dedicás a hacer lo que ya sabés, casi que deja de ser rock.

¿Hay algún grupo ya establecido que tengan muchas ganas de producir?
Pablo: Hay un montón. Yo dije Catupecu alguna vez. Con Divididos somos compañeros de ruta, ellos saben mucho.
Podríamos ayudarlos con una visión externa pero es una banda que ya sabe lo que tiene que hacer. Unos meses antes de la muerte de Pappo, Juanse, después de grabar Girando, estuvo tocando con Pappo y Botafogo. Creo que en esa gira hablaron con Pappo de que nosotros le produjéramos un disco. Yo lo conocía un poco de cruzarnos en la ruta y siempre me hacia reír pero con Alfredo tocaron juntos en Los Gatos y se conocían mucho mejor. Hubiese sido increíble escuchar su guitarra desde el control.

Imagen

¿Cómo se manejan en la etapa del mastering?
Alfredo: Es la parte más técnica del proceso. Confieso que hay algunos masterings que no me gustan nada, pero no por responsabilidad del ingeniero sino por las exigencias del mercado, que pide un volumen tremendo y que va en perjuicio de lo que vos grabaste.
Pablo: Lo difícil de lograr en el mastering es que tenga mucho más volumen y suene igual al momento en que fue mezclado.

¿Qué instrumentos tienen?
Pablo: Tengo dos Telecaster y una Strato. Extraño tener una Les Paul, que vendí hace un tiempo.
Alfredo: Tengo un Jazz Bass. El primer bajo que me compré en mi vida también fue un Jazz Bass. Luego cambié por el Precision, alguna vez tuve un Gibson y un Musicman.

¿Se mantienen actualizados con respecto a músicas nuevas, discos nuevos, etc? ¿Qué fue lo que les llamó la atención de lo último que escucharon?
Alfredo: Artic Monkeys, me rompen la cabeza como laburan los temas con riffs de viola y bajo. No ponen armonía, bajo y viola siempre haciendo lo mismo.
Pablo: Los temas están buenos y con estructura raras. A mi me encantan también. Otro que me gusta mucho es el disco de Albert Hammond Jr. el violero de The Strokes. Me gustó el disco de Robert Plant y Alison Krauss y, ya en el terreno del hip-hop, creo que todo Timbaland está buenísimo.

Para contactar a Toth y Guyot: guyot.toth@gmail.com

2019 Recorplay Música. Todos los derechos reservados.