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Uriel Dorfman: camaleón del audio

Uriel Dorfman

Entrevista: Luis Mojoli y Hernán Osuna


Uriel Dorfman es una pieza clave del engranaje sonoro musical de grandes artistas argentinos y latinoamericanos. Reconocido como un profesional amplio y diverso para distintos tipos de terrenos musicales, el ingeniero de sonido fue uno de los cerebros sonoros de Ahí Vamos, el exitoso disco que Gustavo Cerati grabó en 2006. Dorfman también participó en Fuerza Natural (aquí no como ingeniero principal, pero sí formó parte del proceso), pero además trabajó en discos de Andrés Calamaro, Cuarteto de Nos, Skay Beilinson, Ximena Sariñana, Bandana y Turf, entre otros.

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Como un camaleón que se va acoplando a lo que cada artista requiera, el ingeniero siempre está al pie del cañón en lo que se refiere a experimentación sonora, criterio y ética de trabajo. Sin dudas, ello lo vinculó a grandes artistas, con los que, vale decirlo, no podría trabajar alguien que no ame su profesión. Si Dorfman se tiene que quedar 15 horas en un estudio, como lo hizo en su momento con Cerati, lo hace.

Conozcamos aquí un poco más sobre el trabajo y la figura de Uriel Dorfman, ese alquimista del audio que siempre está esperando lograr la transmutación sonora perfecta.

Uriel Dorfman1

Luis Mojoli (LM): ¿Cómo comenzaste a vincularte con el audio profesional y cómo fue tu formación en este campo?
Mi vínculo comenzó desde chico, sin darme cuenta prácticamente, con el equipo de música familiar: esos típicos sintoamplificadores con los que uno quedaba asombrado y sentado ahí horas escuchando música, con el cassette en punta para poder grabar las canciones que te gustaban de la radio.
Unos años después, ya en la secundaria, comprando una guitarra e intentando tocar llegó el momento de elegir una especialidad, (era un industrial, la ORT) y entre las posibilidades estaba Producción musical, que me llamó la atención de inmediato. La carrera tenía estaciones de trabajo midi, edición de audio digital, análogo y muchas cosas más que para el momento eran muy avanzados. La escuela también contaba con un estudio de grabación. Después de tres años de la especialización, y mientras hacía el CBC de la UBA, empecé a ir muy seguido al estudio El Pie, hasta que me ofrecieron trabajo ahí y tuve que dejar la facultad porque no me daba el tiempo para ambas cosas.

LM: Si utilizás un equipo externo o un plugin, ¿diferenciás entre el sonido de uno y otro?
Es muy difícil poder tener una respuesta absoluta sin una referencia. Algo que hacemos mucho con amigos colegas es hacer la comparación entre cosas y ahí es donde realmente te das cuenta de qué está pasando.
Pero sí puedo decir que después de varios años de trabajar mucho en análogo, de mezclar OTB, me puse a hacerlo ITB y no conseguía resultados que sintiera que rindieran como las mezclas por fuera del DAW. Creo que desde hace unos años la tecnología ha avanzado mucho con respecto a plug ins y mezclas ITB -o incluso en híbridos- y sí se está logrando un audio muy bueno. Algo que me está gustando mucho es usar plug ins que son emulaciones de aparatos análogos vintage: encontré en los UAD (Universal Audio) una calidad muy buena. Gracias a RETRO KNOB de Colombia puedo contar y experimentar con todos ellos y me he encontrado con que usándolos en combinación con otros plug ins que no emulan cosas, sino que tienen su propia creación, se llega a resultados excelentes entre ese audio “análogo” y lo “moderno".

Dorfman en vivo

En vivo con Cerati en 2006.PH: Barakus

 

LM: A la hora de elegir una mesa análoga, ¿con cuál te gustaría grabar? ¿Con una Neve, una AMEX, una SSL o VENUE? ¿Y para sonido en vivo?
Tuve la posibilidad de trabajar con todas ellas. Las consolas SSL son las que más he usado y tienen un audio muy bueno y son muy versátiles y prácticas. Sin duda, mi preferida es la Neve, tiene un color y un peso que me gusta mucho; uno siente que está llevando el sonido a su máxima expresión, con una distorsión armónica muy agradable al oído y donde rápidamente le vas encontrando el lugar a cada elemento.
La Venue la he usado mucho en vivo, es casi como tener un Pro Tools ahí funcionando, tiene la misma lógica y un audio muy directo, con buen punch. Ahora estoy usando en shows la nueva versión: la S6L.


LM: ¿Cómo ves las nuevas tecnologías aplicadas al streaming?
Creo que como todo lo relativamente nuevo y con mucha evolución por delante, tiene cosas buenas y otras muchas por mejorar. Algunas plataformas dan mucha exposición a algunos artistas; a otros, les cuesta más. Y si bien es buenísimo poder encontrar casi cualquier música dentro, nos limita en cuanto al audio, exceptuando una en particular que sí es de gran calidad y nos da esperanzas de que todas sigan por ese camino.
También creo que deberían incluirse los créditos de los discos en las plataformas para poder investigar más sobre cómo y quiénes los hicieron. Pero sí me parece una genialidad tener tanta música en todos lados, en cualquier momento y para todo el mundo.

LM: ¿Recordás ese primer día que fuiste a grabar Ahí Vamos? Esa tarde que conociste a Fernando Samalea y se barajaba otro nombre para el álbum. (“Llevame a un lugar con parlantes”). Ese mismo día grabaron “La excepción”.  ¿Cómo te fuiste acomodando al álbum?
Me acuerdo de que yo estaba mezclando un disco en Santa Fe y me llamó Nando Travi (manager de Gustavo) para reunirme con él. A la siguiente semana ya estábamos conversando en su oficina sobre la grabación del disco. Un par de días después me lo encontré a Gustavo en un show de Kinky y nos quedamos charlando todo el show sobre la grabación del que sería Ahí vamos. Ya en esos días empecé a ir al estudio a mirar un poco mientras grababan los demos de las canciones, hasta que llegó el 1 de agosto del 2005, que fue el día en que empezó oficialmente la grabación del disco.
Si bien yo ya había trabajado con Gustavo en discos anteriores, a Tweety recién lo conocía. Enseguida empezamos a funcionar bien dentro de esa grabación y a partir de ese momento hicimos muchos discos más. Él fue quien propuso a Samalea para grabar la canción “Otra piel” porque tenía una onda muy “Charly” con respecto a la batería. Así fue como Fernando grabó ese tema y varios más. Tampoco nos conocíamos de antes, pero desde ese día estuvo muy presente en el resto de la grabación.
Hubo momentos buenísimos, de mucho aprendizaje, de compartir con músicos excelentes. Y otra cosa que fue muy valiosa (tanto como experiencia de vida, así como en lo profesional) fue el hecho de salir de gira posteriormente pues fue mi primer tour y era muy emocionante ver cómo era recibido por el público un disco que yo había grabado.

Dorfman y Cerati

Uriel Dorfman y Gustavo Cerati en Unísono. 2005. PH: Germán Sáez

 

Hernán Osuna (HO): ¿Qué consola se utilizó para la grabación de Fuerza Natural? ¿Cuál fue tu enfoque a la hora de trabajar en el sonido y el seteo de los micrófonos? ¿Qué les pedía Gustavo?
En Fuerza natural no fui el ingeniero principal pero sí estuve todo el tiempo y grabé mucho. La consola que se usó fue una SSL AWS+, que fue un modelo que yo encontré de casualidad en un Guitar Center de Los Ángeles en la gira de Ahí vamos, y que después la compró Gustavo para Unísono. Tuve el placer de estrenarla en la mezcla del DVD de Ahí vamos (que surge de una serie de shows en el Estadio Obras).
Para la grabación de Fuerza natural se compraron muchas cosas (micrófonos, pres y compresores) que no habíamos tenido en Ahí Vamos.

HO: El disco tiene por un lado un sonido indie muy definido y por otra parte una raíz más bien folk y country. ¿Cómo se hace desde la ingeniería para trabajar en esos ámbitos tan opuestos y lograr un resultado unificado? ¿Qué mics se utilizaron para captar adecuadamente el sonido de las mandolinas y las guitarras acústicas?
Principalmente, en la grabación de las guitarras acústicas, se usaron los micrófonos Chameleon Labs Ts-1 de membrana chica, que tienen la característica de ser valvulares. Es un micrófono muy transparente y natural que le da un lindo color a las acústicas.

HO: Es sabido que Cerati tenía una gran ética de trabajo y pasaba muchas horas hasta encontrar el sonido perfecto, el acorde adecuado. ¿Recordás alguna situación en especial durante la grabación de Fuerza Natural?
Podría contar muchas cosas, pero básicamente era una persona con una ética de trabajo muy fuerte, no dejaba nada al azar, estaba presente y pendiente de todo dentro del estudio. Sus discos se trabajaban durante meses con una fuerte carga horaria, nos pasábamos más de 12 horas al día en el estudio. Hubo semanas en las que estuvimos en el estudio entre 15 y 18 horas de lunes a lunes-, pero claro que cuando es algo que te apasiona y te gusta no lo sentís como pesado, sino es esa misma energía la que te da la fuerza para estar ahí contento con lo que estás haciendo.
También puedo contar que no se conformaba simplemente. Hasta no llegar a donde quería, seguía buscando. Un ejemplo muy claro que tengo sobre eso es en la grabación de baterías de Crimen del disco Ahí vamos. Esa canción la grabó Ema Cauvet, como gran parte de las canciones de ese disco. Cuando Samalea vino a grabar otras canciones, también hizo sus tomas en Crimen; durante toda la grabación el drum doctor fue el Bolsa González, que había sido baterista de Pappo’s Blues, entre muchos otros artistas, y entonces, se sentó en la batería y tiro un par de tomas también, que fueron las que finalmente quedaron en la canción.

HO: Con Fuerza Natural, Cerati ganó 7 Premios Gardel, incluido el de Oro y uno en Mejor Ingeniería de Grabación. ¿Qué sensaciones tenés, hoy, al haber recibido ese premio hace ya 10 años y a casi 6 años del fallecimiento de Gustavo?
En verdad me gusta recordar los premios Gardel del año 2006 que no se ganó el de Ingeniería, pero se ganaron varios premios, incluso el de Oro. También se tocó en esos premios y disfrutamos mucho, fuimos todos, músicos técnicos y ver al artista feliz es muy gratificante. También cuando ganó varios Latin Grammys con ese disco fue un lindo momento, porque después de la premiación tuvimos una gira por México y ahí nos encontramos y también fueron momentos de mucha alegría.

HO: Trabajaste con una amplia variedad de artistas como Gustavo Cerati, Andrés Calamaro, Cuarteto de Nos, Skay Beilinson, Ximena Sariñana, Bandana, Turf y muchos más. ¿Cuál es la clave para abordar adecuadamente un trabajo de ingeniería de sonido o de mezcla? ¿Qué cosas no deben faltar más allá de lo estrictamente técnico?
Lo más importante, que no debe faltar nunca, es estar consciente de que estás trabajando en la canción de alguien más, que te eligió para trabajar en su música. Por lo tanto, creo que escuchar al artista es fundamental, y ser musical a la hora de trabajar, no se piensa en técnica sino en música; la técnica es la herramienta para acompañar lo otro.
De todas maneras, me gusta probar cosas, a veces desde nuestro lugar también se puede ser creativo, usar los efectos, distorsiones y tantos otros elementos. Artísticamente me parece interesante… Creo que el estudio dejó de ser solo un registro de la parte artística, sino que desde hace un tiempo ya es un todo, la computadora es un instrumento más. Desde ese lugar me gusta pensarlo.
El aporte que uno le pueda dar es lo que también te caracteriza, por lo tanto, me gusta mucho tener una visión creativa en la mezcla.

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Con Calamaro en Romaphonic (2016)


HO: ¿Cuáles son los preamps que más utilizás a la hora de encarar una grabación?
Bueno, muchas cosas dependen de la elección, sobre qué grabaré, qué opciones tengo y qué micrófonos voy a usar. Pero, generalmente, mis preferidos son los Neve.
Trato de mantener una lógica, como no mezclar mil marcas sino respetar por ejemplo en una batería el mismo tipo de pre. Para evitar de esa manera problemas de fase y pensar la batería como un solo instrumento y no como un montón de cuerpos y micrófonos distintos.

HO: Grabaste Talismán (2004) de Skay. ¿Cómo te sentiste cuando escuchaste por primera vez el riff de “El Gólem de la Paternal” en el estudio?¿En qué proyectos estás trabajando actualmente a distancia?
En Talismán grabé algunas guitarras y voces. Un gran honor haber podido participar.
Actualmente, estoy mezclando canciones de distintos artistas y pre produciendo un disco que creo se grabará en enero. También aprovechando el tiempo para aprender, probar cosas que en medio de un disco no se puede; ver tutoriales y videos de otros ingenieros; también participando en charlas y todo esto que surgió desde la pandemia.

LM: ¿Planes a futuro?
Mis planes a futuro son mejorar mi estudio; aprender más técnicamente, algo que me gusta es ir cambiando mi forma de trabajar y probar cosas nuevas, replantear los caminos directos que uno toma en una mezcla e intentar otras alternativas; también retomar estudios musicales y de armonía para poder estar más conectado con esa parte musical que me parece muy importante.

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Dorfman en Unísono, en una fotografía tomada por el propio Cerati


LM: ¿De todos los estudios en los que estuviste y todas las consolas que utilizaste, ¿cuáles fueron los que más te sorprendieron?
Me encantaría poder hacer uno de todos ellos y resultaría el estudio perfecto. Estudio El Pie fue mi casa mucho tiempo y donde me dieron la oportunidad de abrirme paso profesionalmente; conozco mucho su sonido y cómo responde. Panda es un estudio que me gusta mucho también. Audiovisión, un estudio legendario de Bogotá, tiene una consola Neve 8056. Y por supuesto, Unísono, un lugar donde he pasado los mejores momentos en esta profesión. Todos tienen técnicamente un nivel muy alto, pero lo que realmente me parece lo más importante de un estudio es la comodidad, sentirte bien en ese lugar y que los artistas se sientan en confianza para poder desarrollar su arte en la mayor intimidad posible.

LM: ¿Qué destacarías del aporte de Tweety González como coproductor de Ahí vamos?
El aporte de Tweety como co productor de Ahí vamos fue gigante, era como la visión más objetiva, no sólo aportaba desde el lugar más técnico de la producción sino también en opinión sobre opciones de músicos, estructuras, elecciones de canciones. Fue quien hizo que “Crimen” estuviese en el disco cuando ya estaba casi descartada. Eso ya es mucho.

LM: ¿Qué disco desearías haber grabado?
Uff, un montón, y a la vez ninguno de ellos: trabajar en el disco te saca la sorpresa de escucharlo por primera vez. Sin embargo, estoy muy agradecido de haber podido estar en tantos discos que valoro mucho, que para mí son especiales y que es muy lindo ver cómo los percibe la gente. Podría pensar en muchos artistas que me hubiese gustado conocer, pero si tengo que elegir uno sería Bowie (perdón, Beatles). ¡Nevermind también!

LM: ¿En qué estudio y en qué año quisieras que ocurriese tu reencarnación?
¿Se puede hacer muchas veces? Una sería esta misma que me tocó; otra sería en Abbey Road, por supuesto; Motown también, y el grunge de los noventa, ¡sin duda! Jajaja, no sé, un montón más.

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De gira con los Cadillacs en México


LM: ¿Cómo te das cuenta si un disco está bien grabado?
En verdad, es cuestión de gustos, puedo pensar si me gusta o no, si lo hecho desde el audio le suma a lo artístico o lo perjudica.
Me gusta prestar atención a la profundidad, el stereo, el color general y las texturas. Más técnicamente, a las compresiones, los efectos y el punch que tiene (dependiendo de que sea claro), pero todo esto es subjetivo y muchas veces quedo sorprendido y aprendo también de cómo trabajan otros.

Insam

 

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