Entrevista: Matías Martínez
Fotos: Gentileza NTVG
No hay actualmente muchos estudios grandes en Uruguay y ustedes grabaron el último disco (Por lo menos hoy) en su propio estudio. ¿Cómo fue esa experiencia?
Denis Ramos: El estudio se llama El Elefante Blanco, pero de a poco comienzan a haber más estudios en Uruguay. Por ejemplo (el productor, Juan) Campodónico se hizo su propio estudio también. Si bien está Sondor, que es el más grande y conocido históricamente, también está el estudio de SUDEI (Sociedad Uruguaya de Artístas e Intérpretes). Gonzalo Castex: Estudios hay, solo que allá no es como acá que por ahí existe un mercado y un circuito más amplio.
¿Y cómo es allá?
Gonzalo: Es mucho más chico todo, el mercado y el circuito. Hay menos gente que asiste a conciertos y menos lugares donde las bandas pueden tocar, por eso al comienzo muchas cosas las tuvimos que inventar. Justo aparecimos en un momento donde había que crear la movida, a fines de los ‘90 y principios del 2000. En un verano salimos a tocar por Rocha con la combi e hicimos 23 shows, en campings y playas, comiendo sanguchitos de tomate y jamón. Si abrías la carpa seguro estábamos nosotros tocando ahí.
Denis: Pero fue el puntapié que nos empujó para llegar adonde estamos hoy. Si bien ahí había solo un disco grabado, mucha gente nos llegó a ver en aquel verano y después nos volvió a ver en Montevideo.
Gonzalo: Después de eso, con los pocos mangos que juntamos y pidiendo algún préstamo a alguna madre, pudimos comprar nuestro primer sistema que era un JBL, una potencia, una consolita Samson, micrófonos y jirafas. Esa fue nuestra primer inversión, y al día de hoy conservamos ese primer sistemita, que fue el que hizo posible que hayamos tocado tanto. Eso fue lo que hicimos en su momento: tocar en la calle, inventar la movida. Denis: Más adelante pudimos cumplir el sueño de tener nuestra propia sala de ensayo. Durante 5 años alquilamos una casa donde montamos toda la estructura de la banda, ahí estaba desde la oficina del manager, el depósito de los instrumentos, todo. Hasta que pudimos tener nuestra propia sala, con el parrillero para festejar nuestros cumpleaños. Y luego, una vez más, otro gran esfuerzo monetario para poder montar nuestro estudio donde grabamos parte del cuarto disco de la banda, el quinto casi entero y este último de principio a fin.
¿Creen que montar su propio estudio es el camino a seguir para las bandas?
Gonzalo: De movida, toda la operativa es más sencilla y mejor. Nosotros, por ejemplo, gran parte de la preproducción la grabamos ahí mismo. Estamos permanentemente grabando todo, a la vez que ensayamos. Ya sabemos lo que queremos, ya sabemos cómo suena nuestra sala. Nos evitamos estar pagando los costos de un estudio ajeno y de disponer de otros tiempos que no son los nuestros.
Además de la parte creativa, hay toda una logística que funciona detrás para que ustedes ahora estén dando notas promocionando el disco, y que el disco esté en la calle. ¿Cómo manejan esa otra parte del trabajo?
Denis: Ahí delegamos el trabajo en otras personas. Fue (el sello) Barca durante mucho tiempo, ahora es Bizarro Records y acá en Buenos Aires lo hace PopArt, pero nosotros somos independientes, somos los dueños de nuestros masters, de nuestra obra. Es como que zafamos de la parte del sello.
Gonzalo: Somos los dueños de todas nuestras canciones, nosotros negociamos la distribución. Nuestros discos se editan en Estados Unidos, España, Brasil, muchos países de Latinoamérica. No podemos encargarnos de todo eso, nos enfocamos en la parte musical.
Uruguayos campeones
El rock uruguayo tiene su propia personalidad desde hace tiempo y en los últimos años se asentaron determinadas bases con bandas como ustedes o La Vela Puerca.
Denis: Yo creo que sí, y creo que Internet ha ayudado mucho para eso. Ponés bandas de cualquier país y podés escuchar un cantante de China si querés. Ya hay bandas, como nos pasa a nosotros o a La Vela, que hemos salido del país a tocar, que tienen su personalidad definida, una identidad, y todo se formó en Uruguay. Cuando llegamos a acá ya veníamos preparados y maduros para sonar, porque veníamos desde hace años haciéndolo, no caímos verdes a probar que iba a pasar.
Gonzalo: Nosotros tomamos un camino que fue el de mirar hacia fuera y el de tomar algunas decisiones pensando “internacionalmente” digamos, a laburar como se labura en el común de los lugares donde se hacen las cosas profesionalmente, y eso te cambia. Si siempre tocás en los mismos lugares, en el mismo circuito, hay cosas que no ves. Cuando empezás a salir ves lo que te rodea y te ponés a la altura de la situación. Si vas a salir a tocar en un show grande no podés salir con los equipos hechos pelota, los instrumentos que no estén en condiciones, tocar cualquier cosa; la situación misma te impone otra cosa. Y acá en Argentina hay mucha experiencia, hay un mercado desde hace muchos años y una escena que existe hace mucho tiempo. Haber ido a tocar a Estados Unidos o México nos sirvió para ver y conocer gente, profesionales, que están girando y tocando desde hace muchos años.
Recién mencionaban el hecho de “mirar para afuera” a nivel profesionalismo, pero en lo artístico conservan esa identidad uruguaya, del canto murguero, ese costado rioplatense, que -desde la separación de Los Piojos y Bersuit- no es tan fácil de encontrar en Buenos Aires. Denis: Creo que esa característica localista nos ayudó un poco para entrar, a Buenos Aires por ejemplo. Será que estamos cubriendo alguna veta que está faltando acá. Nos pasó que al llegar, muchas bandas cambiaban de formación o empezaban a desaparecer o simplemente tocaban otra cosa y por ahí mucha gente comenzó a sentirse identificada con lo que nosotros y La Vela proponíamos.
Gonzalo: Nosotros tocamos música muy variada, géneros internacionales. Es música uruguaya pero dentro de un gran género internacional, hacemos rock, reggae, ska y con esto nos sentimos cómodos. Siempre nos costó encasillarnos, somos una banda de rock pero tocamos muchos temas que no lo son y por eso será que es difícil ubicarnos dentro de un único estilo musical.
Exportación
¿Cómo fue la recepción cuando dieron conciertos en Europa?
Denis: Cuando fuimos por primera vez allá por el 2004 ó 2005 no sabíamos con qué podíamos encontrarnos. Pero en Alemania o Austria, un circuito donde también tocan bandas como Karamelo Santo también, vimos que son muy musicales y les gustan los vientos, lo percusivo, cosas que por ahí no están acostumbrados a ver frecuentemente. Gonzalo: Ya de por sí, para los alemanes ver una banda de uruguayos, no es común (risas). Igualmente, creo que en el toque mismo se nota la diferencia. Pero ellos cuentan con mucha información, tampoco es que se ven sorprendidos. Es algo similar a cuando nosotros en Uruguay nos encontramos en un festival con alguna banda de Jamaica o con algunos africanos.
Denis: Pero pasa seguido que te encontrás con una banda europea, o alemana en este caso, que tiene uno o dos integrantes latinos. Hay una banda que se llama Seeed, de Alemania, que hacen reggae pero más moderno, cantan en alemán y muy poco en inglés, entonces nos preguntamos ¿De dónde sale esa negrura? Y es que les gusta eso del latinaje. Vamos nosotros, va La Vela, va La Abuela Coca de Uruguay, va Karamelo y claro, ahí ves que esos ritmos también los movilizan.
Consumos
Entre tantos miembros que conforman el grupo, ¿de qué música se alimentan? ¿Qué influencias comparten entre todos?
Denis: Sin duda que viajar y ver bandas nos ha ayudado mucho a conocer lo que está pasando en otros lugares del mundo a nivel musical. Claro que todos escuchamos a Marley como a los Stones, pero siempre tratamos de escuchar cosas nuevas. Gonzalo: Como nos pasó con esta banda alemana, Seeed, o también con Gentleman, que acá nadie los conoce y allá la estaban rompiendo, son re-salados. Sino escuchá 5 Nizza, son rusos, la rompen... Un dúo de guitarra y percusión, o dos guitarras, que cantan en ruso y te parten la cabeza. Hacen un poco de bossa-nova, reggae. A ellos los conocimos en un bar en Austria. Todo un hallazgo.
Denis: A mi me gusta investigar, me gusta que alguien venga y me diga “eh, bo’, escuchá esta banda que está buenísima”.
¿Y cómo consumen música?
Denis: Me bajo muchos discos, mucho mp3. Todo eso que no puedo conseguir por distancia, o porque cuesta encontrar los discos de un determinado artista, voy y me los bajo. Todo el tiempo estoy escuchando música con mis auriculares o me llevo los parlantitos en las giras. En mi casa escucho todo en CD.
Gonzalo: Yo elijo escuchar mucho un mismo disco. Cuando voy a escuchar un disco me siento a escucharlo, no es sólo un acompañamiento para mí, es un viaje. Prefiero centrar la atención en lo que escucho y que no sea solo una distracción, tanto en el auto como en mi casa me gusta compenetrarme, meterme en el disco y viajar.
De algún modo siguen apostando al formato físico del CD.
Gonzalo: Porque no va a desaparecer así tan fácilmente. La obra va a seguir perdurando, y el formato físico, el CD en la mano, conserva muchas cosas.
Denis: Pero el adolescente de hoy no consume CDs, aprieta un botón y descarga todo lo que quiere escuchar en mp3, y hay que estar preparado para eso, hay que estar actualizado.
Gonzalo: No me gusta la idea de que vaya a desaparecer el formato físico. Porque aparte de la música hay mucho más. Nosotros por ejemplo hemos hecho el arte de los últimos discos con artistas plásticos, entonces hay mucho más que música y hay todavía mucha gente que le gusta y disfruta de abrir el librito y ver el sobre interno de un disco. (Nota: el álbum de NTVG El camino más largo de 2008 fue editado en vinilo. La edición es espléndida.)
Equipo
¿Cómo se reparten lo creativo entre tantos miembros? ¿Base y rítmicas por un lado, la sección de vientos por otro?
Denis: Muchas veces separamos las secciones para trabajar más cómodos, por partes. Nosotros con el resto de los vientos solemos juntarnos por nuestro lado. Tomamos lo que va haciendo la base y laburamos sobre eso.
Gonzalo: No es fácil organizar a tantos músicos. Es difícil separar las partes y a su vez mantener esa política participativa donde todos queremos quedar contentos con los resultados tanto personal como grupalmente. A veces pasa que en la base tenemos algo terminado, y ellos (los vientos) laburan en paralelo, pero nosotros cambiamos algo sobre la marcha. Ha pasado que los vientos llegan con un arreglo y por ahí el productor artístico cambia todo y en lugar de brasses termina siendo un teclado el que hace el arreglo, o porque no era tan cañero y sí más guitarrero.
En el último disco trabajaron con Juanchi Baleirón y antes con Tito Fargo. ¿Cómo conviven con un productor artístico? Gonzalo: También lo hicimos con Chávez, que fue batero de Nuca. Trabajamos con Luciano Campodónico, guitarrista de Bajo Fondo, que con nosotros tuvo una de sus primeras experiencias como productor. Y cuando grabamos en Chile lo hicimos con Mariano Pavez. Con Tito Fargo creamos una gran relación, imaginate que nosotros siendo nueve monos, no es fácil para cualquiera que venga de afuera relacionarse con la banda, y Tito lo logró.
Denis: Siempre decimos que hay olor a Tito en el aire (risas), porque pensamos en algún momento volver a trabajar con él. Tiene mucha data, mucha sabiduría. Y lo que tuvo Juanchi fue que supo entrar desde la parte humana ya que está acostumbrado a compartir con muchos músicos, y en su banda, tienen casi los mismos instrumentos que nosotros, por eso nos separó en grupos y nos mandó a laburar cada uno por su lado. Eso nos dejó muy contentos a todos. El resultado final que conseguimos fue la mejor foto, el mejor registro que se podía sacar de ese momento.
