¿Cuándo empezaste a tocar? A los 7 años, el profe se llamaba Gabriel Said. Estaba en 5o grado de la primaria y en ese entonces tocaba en los actos del colegio con un chico que tocaba el teclado. También con mi viejo en mi casa nos juntábamos a tocar: él tocaba la guitarra eléctrica y hacíamos temas de los Beatles y Creedence.
¿Qué música escuchabas? Mucho rock, blues y más tarde me metí con el funk y el jazz. Me gustaban Billy Cobham, Tony Williams, Vinnie Colaiuta pero me podría pasar horas mencionando bateristas que me gustan.
¿Cuál fue tu primera batería? Una Caf azul de cuatro cuerpos: 12” 14” 22” tambor de 14”.
¿Con quién tocabas cuando te llamaron Los Piojos? A los 18 años había tocado con Fontova y sus Sobrinos y con una banda de funk. Luego me llamó Luis Salinas con quien estuve dos años. Estábamos haciendo la gira de Funky tango. Tocábamos por todo el país, Chile, Uruguay.
Fue un aprendizaje increíble. Un día llego a mi casa, de regreso de un ensayo con Luis, y en el contestador tenía un mensaje de Jorge Araujo (en ese momento batero de Divididos y amigo y profesor mío) diciéndome que había una banda llamada Los Piojos que estaba buscando baterista.
Lo habían llamado a Jorge para que les recomendara a alguien y Jorge me avisó. Termino de escuchar el mensaje de Araujo y me llama Micky, bajista de Los Piojos, y me cita para el día siguiente para dar una prueba. Mi hermana es fanática del grupo, busqué algunos discos y escuché algo sin memorizar nada. Me tomaron la prueba y me dieron una lista de 15 temas para que los estudiara y hacer otra audición. A la semana siguiente hice una segunda audición y ya estaba Alfredo Toth scuchando. El dio el ok y ahí los quías me dijeron que estaba en el grupo. Impresionante. El primer show fue 20 días después en Miami. Y la prueba de fuego fue en Santa Fe, la presentación en vivo de Ritual.
¿Cuáles fueron los tres momentos más intensos que viviste en un escenario como batero de Los Piojos? Ese primer show en Santa Fe. Cinco mil personas en un estadio en la Universidad de Santa Fe. En la mitad del recital los pibes hacían una copla sin la presencia de Andrés. El resto del grupo íbamos al frente con instrumentos de percusión y cantábamos una estrofa cada uno de la copla. Yo, que estaba reemplazando al baterista original de la banda, iba con un djembe al frente; era matar o morir. Y cuando termino de cantar se vino una ovación que casi me caigo. Luego viví algo similar unos meses más tarde en Obras. Pasó lo mismo pero en Obras, que es un lugar muy fuerte. Y como tercer momento importante no puedo dejar de mencionar el hecho de haber tocado en grandes estadios. Todos los estadios son increíbles: Atlanta, Huracán, Vélez, River y Boca. Pasamos por todos las canchas.
¿Cuál es tu disco favorito de todos los que grabaste con Los Piojos? Acabamos de sacar un disco que está buenísimo. Pero mi primer disco con Los Piojos [Verde paisaje del infierno, 2000] me tira mucho. Fue muy importante para mí y además me parece un muy buen disco. En el último álbum hay un crecimiento muy grande de la banda, pero para mí el primero es el más importante.
¿Cómo estás equipado actualmente? En la actualidad represento a Premier. Toco con una batería Premier Signia de 22” 12” 14” 16” y tambor de 14”. Uso parches Remo Coated. También represento a la marca Zildjian y toco con eso platos que son impresionantes. Uso palos Base con un modelo que diseñé con la gente de la empresa que es realmente muy bueno.
