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Jimi Hendrix: La influencia

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Producción: Roque Di Pietro
Fotos: Gentileza Sony-BMG

Inventó la guitarra en colores

Por Claudio Gabis (*)

Hoy, para los jóvenes guitarristas, resulta difícil apreciar en su justa medida la importancia que tuvo Jimi Hendrix en el desarrollo de la guitarra eléctrica y de la música popular que se toca en aún en la actualidad. Acostumbrados al virtuosismo de los súper héroes de las seis cuerdas que llegaron más tarde, con su abrumadora técnica y su dominio de los efectos más variados, a estos jóvenes les parece que Hendrix era muy bueno y tenía mucho swing, pero en verdad piensan que no era para tanto. Cuando trato de explicarles la razón por la cual es considerado un genio les digo, para empezar, que hasta su aparición la guitarra sonaba en blanco y negro y que él invento la guitarra en colores. Es la mejor metáfora que encuentro para resumir su papel extraordinario en la historia de nuestro querido instrumento. Jimi inventó la guitarra electrónica y su antecedente directo fue Les Paul, el primero que aplicó efectos electrónicos a la guitarra eléctrica, hasta entonces un mero instrumento amplificado.

La invención y desarrollo inicial de la mayoría de los pedales de efectos que hoy todos conocemos y usamos (fuzz, wah wah, chorus, etc) se debió a los experimentos que algunos ingenieros de sonido realizaron para satisfacer los requerimientos y caprichos creativos del Mago Zurdo de la Stratocaster. Pero eso no es todo. Nadie, hasta Hendrix, había tocado la guitarra con tanta energía y desenfado ni le había hecho el amor en público como él. La relación de Hendrix y su instrumento era puro erotismo, pleno de ferocidad y ternura. Músico e instrumento formaban una pareja apasionada, caliente, loca. Algo hermoso y sorprendente de ver y escuchar. ¿Qué hacía mucho teatro? Sin duda, era un gran showman, pero además salta a la vista de cualquiera que Jimi se comía a la Strato, en todos los sentidos. Hendrix tocaba la guitarra con total naturalidad y control. La dominaba… ¡y la amaba! Además, formó parte del trípode fundacional sobre el cual se asentó el nuevo rock y toda la música popular que nació en la segunda mitad de la década del sesenta y que hoy es nuestra música:

Los Beatles crearon un nuevo estilo de composición de canciones,

Dylan le otorgó las letras una altura poética nunca alcanzada.

Hendrix dotó al rock y al pop de un nivel musical y una osadía que sólo eran patrimonio del jazz.

Esos tres pilares de la modernidad creativa, torcieron el rumbo de la música popular y la convirtieron en un arte mayor. En las perfomances de Hendrix la improvisación instrumental ocupó siempre un espacio preponderante. La parte cantada, el “tema”, era importante, pero también lo eran sus solos. El público esperaba el canto de su guitarra con la misma avidez con que las audiencias de jazz aguardaban los solos de Miles o Coltrane. Mi solo favorito es el de “Machine Gun”, del disco en vivo de Band of Gypsys, el trío de brevísima duración que formó con Billy Cox y Buddy Miles, cuyo nombre es un homenaje al gran Django Reinhardt. Hendrix pinta con su guitarra psicodélica un impresionante fresco sobre los horrores de la guerra, comparable al imponente Guernica de Picasso, una obra de arte mayor, sublime y trascendente. Resumiendo: hay un antes y un después de Hendrix en la historia de la música y de la guitarra. Sin su aporte, sin su arte, la música popular de hoy no tendría la riqueza, el colorido y la audacia que -a veces- la caracterizan. Simplemente eso.

(*) Guitarrista clave del rock argentino, integrante del trío Manal.

Propiedades curativas para el alma

Por Pino Marrone (*)

Cuando yo era un adolescente, solamente la imagen, la vibra y el sonido de Jimi eran suficientes motivaciones como para ponerme los pelos de punta y expandir mis sentidos. Con el paso del tiempo no paro de disfrutar y descubrir la riqueza infinita de su arte. En la historia de la guitarra hay sin duda un antes y un después de Jimi, sus innovaciones en términos de sonido, concepto y fraseo están bien documentadas y son en sí mismas un área de estudio y análisis para cualquier guitarrista durante varias vidas. Jimi también era un guitarrista de blues excepcional, pero con el tiempo siento que sus solos dejaron de ser simplemente blues -que copió en detalle de los masters del género y luego lo revolucionó, basta solamente con escuchar “Red House”- pero también con el tiempo creo que dejó de pertenecer a cualquier estereotipo para pasar a vivir en un planeta que inventó y en que sólo él podía vivir; ahí las clasificaciones como rock, blues o jazz, le quedaban cortas: ¡era todo eso y más!

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Era un compositor fantástico, algo que hasta cierto punto ha sido ignorado, tal vez eclipsado por el concepto ultra avanzado de sus solos, con su toque personal y la manera única que creó de utilizar su guitarra, el amp y sus efectos, nunca escuchado hasta ese momento. Pero si uno empieza a desglosar la estructura de sus temas, el tipo de voicings que utilizaba -por ejemplo el acorde de E7#9, también llamado el acorde Hendrix- toma vida propia en manos de Jimi y lo transforma en un evento sónico único. Destaco especialmente el vuelo con que llevó el estilo de acompañamiento -que aprendió de Curtis Mayfield- a un lugar muy personal y elevado y muy desarrollado a nivel contrapuntístico, que con el touch con que lo ejecutaba lograba con el trío un efecto orquestal incomparable. Escuchando a Jimi con atención muchas veces podemos realmente apreciar la complejidad y el detalle que hace que sea tan difícil copiarlo así nomás, de manera casual. Pero por sobre todas las cosas los mejores temas de Jimi, en mi opinión, reflejan el aspecto más místico e intangible del poder de la música en toda su dimensión. Y eso es bastante más difícil de describir en palabras.

Mis temas favoritos son tantos que realmente la elección cambiaría cada día. Aunque mi álbum favorito sea Band Of Gypsys, hoy (principios de abril de 2010), por ejemplo, elijo a la versión en Woodstock de “Red House”, una experiencia escalofriante de improvisación del más alto nivel: la elección de notas, cómo las frasea y el aspecto narrativo del solo. No puedo dejar tampoco de elegir otro blues “Hear My Train Comin’” (del compilado Blues) que es otro de mis tracks favoritos de Jimi y algo trascendental en la historia de la música. Refleja la esencia de todo lo que Jimi era capaz de expresar con sus grupos y su equipamiento, pero esta vez solo con su voz y una guitarra de 12 cuerdas. El resultado es cautivante y muy evocativo y deja apreciar a un cantante tierno y potente -tema éste para toda otra charla-. Creo, sin exagerar, que su vibra contiene propiedades curativas para el alma del oyente. Y, por ultimo, “Drifting” (de First Rays of the New Rising Sun), una de esas baladas de alto vuelo que ejecutaba con su trío con una estructura inusual -que él también inventó y que fluye naturalmente-. Si todo eso no fuese suficiente lo completa con un verdadero festival de poesía musical y literaria y abundancia de sonoridades asociadas a Jimi en el estudio: guitarras reproducidas con la cinta al reves -a la Beatles-, flangers y paneos ‘trippy’ súper envolventes que viajan de un lado al otro del estéreo… uno de esos tracks para escuchar fuerte con auriculares.

(*) Líder del grupo de rock progresivo Crucis en los años ’70. Desde fines de esa década reside entre Los Angeles (USA) y Buenos Aires.

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El pulgar en la sexta cuerda

Por Carlos García López (*)

Lo conocí cuando era muy chico, yo tenía 12 ó 13 años, mi hermano era disc-jockey y conseguía discos que no eran muy fáciles de tener, como Zeppelin o Jethro Tull. Lo escuché y fue algo alucinante. Venía escuchando a Pappo pero descubrí a Hendrix y me morí. Me di cuenta que cambió la guitarra. Canciones como “Purple Haze” o la maravillosa versión del tema de Dylan “All along the watchtower” me marcaron mucho.

Lo más groso de Hendrix fue que cambió la forma de tocar la guitarra. Aunque ya había guitarristas que estiraban y toda esa onda, luego de Hendrix la guitarra dejó de ser un instrumento común de seis cuerdas. El modo en que usaba la palanca, el wah wah, los feedback cambiaron para siempre la forma de ver la viola. Su forma de tocar con el pulgar, en la sexta cuerda, acabó con cualquier posibilidad de ser un guitarrista estándar. Y la búsqueda del sonido, con sus Marshall, su Fender Bass Man, el Twin Reverb y toda esa mezcla de equipos que debía usar. Eso es tal vez lo que más me pegó, su variedad de sonidos con una Stratocaster. Todavía hoy me parece algo alucinante, sigo escuchándolo a morir, es una música que me va a acompañar siempre.

(*) Guitarrista de grupos como La Torre y Zas. Entre 1987 y 1992 integró el grupo de Charly García, con quien volvió a tocar desde el año pasado. Acaba de publicar su tercer disco como solista, Esta vez invita el Negro.

Estudiar a los maestros

Por Luis D’Agostino (*)

Creo que Jimi Hendrix estableció un nuevo estándar en la ejecución de la guitarra eléctrica, al punto que ninguno de sus contemporáneos y los instrumentistas posteriores a él pueden pasar por alto. Llevó la guitarra de rock a un nuevo nivel y abrió la puerta para un desarrollo técnico que hoy nos parece común (con guitarristas como Eddie Van Halen o Joe Satriani). También llevó al rock el concepto de las improvisaciones típicas del jazz y, finalmente, creo que fue un pionero en aquello que después se conoció como jazz-rock y rock progresivo, que al mismo tiempo lo intentaba un músico como Miles Davis. De ahí la fuerte e inmediata atracción de Miles por Jimi. Todo guitarrista contemporáneo de rock que esté seriamente interesado en la guitarra está influenciado por Hendrix, y eso ya es mucho decir. No puedo hablar de un tema favorito pero me llamaron mucho la atención grabaciones en vivo de él en New York antes de ser masivamente conocido donde toca blues. Allí muestra tal conocimiento del estilo que me confirma una vez más que todo músico serio antes de generar un nuevo estilo ha estudiado profundamente a los maestros. No hay atajos. El que busca algo nuevo y lo lleva adelante con sustento es porque tiene respeto por el pasado y lo ha estudiado seriamente.

(*) Guitarrista de jazz. Entre 1999 y 2008 vivió en Inglaterra adonde regresa anualmente para tocar el circuito jazzístico del Reino Unido.

Canciones tremendas y discos insuperables

Por Hernán Espejo (Compañero Asma) (*)

Creo que Hendrix es el mayor solista de la historia del rock aunque algunos críticos como Charles Shaar Murray también lo consideran un bluesman y soulman de altísimo calibre. Soy fan desde chico y me sigue emocionando mucho escucharlo. Como guitarrista es el responsable de llevar la versión eléctrica del instrumento a un nivel nunca alcanzado hasta el día de hoy, por la combinación de imaginación y gusto a la que llegó. Como compositor es responsable de canciones tremendas y de una tríada de discos insuperables, el primero, Axis y Electric Ladyland. El set en vivo en Monterey es muy importante en la historia también. Mis temas favoritos son muchos, pero “Angel” y “Remember” me llegan especialmente porque reflejan el lado mas soulero y melódico. Durante los 11 años que llevo tocando como Compañero Asma en vivo siempre me presento con un trío así que es obligatorio hacer referencia al maestro Jimi por ser el creador del formato.

(*) Guitarrista de rock nacido en los ’70. Su último álbum se titula Guitarra dulce hogar.

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