Sos zurdo pero no cambiás de lugar la batería sino que tocás abierto.
Sí, cuando empecé a tocar quería ser sesionista y veía bateristas bárbaros con mucha destreza para tocar, que se armaban la batería en espejo, usaban una pareja remota y demás.
Hablando con mi profesor me decía que a los bateristas zurdos no los querían, había que mover la batería pero estéticamente tampoco me gustaba mucho. Así que empecé a tocar abierto, lo cual me dio mayores opciones para tocar, porque mientras llevo el ritmo con la pareja, puedo ir pintando el tema con otros matices al no cruzar las manos. Me ofrece otras variantes tocar de esta manera, sobre todo porque no hay mucho groove en nuestra música, entonces la batería pasa a ser más orquestal.
¿Cuánto hay de improvisación y cuánto de pautado hay en Natas?
La verdad es que conocemos muy bien el estilo por eso nos sentimos apoyados entre nosotros. Hasta 10 minutos antes de empezar un show no tenemos una lista de temas armada y de las improvisaciones que hacemos muchas veces salen cosas alucinantes. Otras veces, tenemos algún invitado, lo hacemos empezar a tocar y después nos vamos metiendo de a uno. El hilo conductor de la música de Los Natas es el arte de anular la mente.
El estilo también está dado por un sonido en particular. ¿Cómo lo trabajan?
El sonido está basado en el tipo de amplificación, el tipo de instrumentos. Equipos valvulares, vintage, mucha distorsión, un sonido pesado, crudo. La batería bien pesada, con cascos grandes, profundos, que dan esa sensación de pesadez. Alguna vez, cuando grabamos, solo lo hicimos con cinco micrófonos en la sala. Uno de los micrófonos al piso, a la altura del bombo; otros tomando los amplis; un aéreo y otro para la voz.
¿Cómo fue tu formación?
Estudié y me recibí en el ITMC, donde pude aprender toda la parte académica de la música. Pero creo que donde realmente me formé fue tocando con la banda. Después de conocerlo, no me gustó el ambiente de los sesionistas, todo se trataba de una competencia a ver quién tocaba mejor su instrumento. Pienso que lo que te da la enseñanza es el poder contar con el lenguaje para después compartirlo con otros a la hora de tocar.
¿Tenés alguna rutina de ejercicios para poder dar shows tan extensos?
No, al comenzar los shows los sufro un poco, pero después es como un ejercicio: una vez que entro en calor ya le doy hasta el final. Quiero volver a retomar los estudios pero no puedo por falta de tiempo ya que nosotros mismos armamos las giras, el marketing, la difusión y todo lo que respecta a la banda.
¿Cómo tiene que sonar un trío de rock?
Sincero y crudo. Estar bien humanamente, interconectarse con tus compañeros es lo más importante. Manejar el mismo lenguaje humano. La escena fue muy adversa al principio y eso nos unió mucho. La gente no entendía la música, los lugares nos cortaban el rostro y así fuimos creciendo y aprendiendo a ser más artistas que músicos.
¿Cómo está compuesto tu set?
Bombo de 24”, chancha de 18” y tom de 14”. El tambor es un Tama de cobre, ride, un crash y el hi-hat. Alguna vez usé un splash arriba del hi-hat, si me equivocaba al tocar salía ese sonido. Uso palillos 5B, algo que también hace al sonido. El peso, el balance y el grosor también determinan al sonido del golpe.
Tengo un pedal muy viejo, pero que todavía conservo porque le conozco todas la mañas, pero a veces cambio la masa de felpa por una de madera que cambia el sonido del bombo.
