Sandro (1945 - 2010): El Rey Criollo
Desde el pasado y triste 4 de enero, mucho se ha escrito y hablado sobre Sandro, uno de los artistas argentinos más atendido por todo tipo de prensa en los últimos 46 años. Sin embargo, los textos concentrándose en su música fueron prácticamente inexistentes, descuidando así uno de los factores que convirtió a la invención de Roberto Sánchez en un ídolo popular y duradero. El misterio, la pinta y el carisma no alcanzan para explicar cómo, por ejemplo, su obra se eleva por encima de los otros cantantes masivos de los ‘60 y ‘70, o por qué a lo largo de las siguientes décadas pudo mantener el interés y generar consensos entre colegas y públicos de diferentes procedencias. Para eso hay que pensar en el cantante, el autor, el profesional eximio, el artista que supo rodearse de colaboradores que ayudaron a canalizar su talento. En Sandro hay que considerar, en definitiva, al músico y su música. Los testimonios recogidos para este reportaje no pretenden ser una biografía oral de su trayectoria musical, pero sí intentan reflejar varios aspectos de las diferentes etapas de su carrera. En muchos momentos se evidenciará no sólo el respeto y el afecto de sus compañeros sino también una manera de crear y grabar música que hoy ya no existe.